Nota de prensa

La presidenta de la organización de mujeres de la Iglesia se dirige al Parlamento Europeo

La hermana Camille N. Johnson ofreció su punto de vista sobre cómo se puede empoderar la libertad de religión o de creencias.

La hermana Camille N. Johnson, Presidenta General de la Sociedad de Socorro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tomó la palabra en el Parlamento Europeo el 4 de marzo de 2024, en Bruselas, para dirigirse a un grupo de representantes de organizaciones de la sociedad civil, iglesias y defensores de la libertad religiosa. Habló sobre el tema “Cómo empoderar la libertad de religión o de creencias de las mujeres” y compartió sus experiencias y puntos de vista personales sobre la contribución que las mujeres de fe pueden hacer a una sociedad más justa e inclusiva.

El evento fue organizado por doña Anja Haga, miembro del Parlamento Europeo, en colaboración con la Oficina de la UE y de Asuntos Internacionales de la Iglesia en Bruselas. Las presentaciones abarcaron las distintas perspectivas sobre la libertad de religión y de creencias e incluyeron dos mesas redondas en las que se relataron historias personales. El evento coincidió con el Día Internacional de la Mujer, que cada año se celebra el 8 de marzo para reconocer los logros y los desafíos de las mujeres en todo el mundo.

La hermana Johnson comenzó su intervención declarando la función singular que las mujeres desempeñan en la sociedad, al ser líderes, maestras, cuidadoras, sanadoras y pacificadoras de manera natural. Si no se protege la libertad de religión o de creencias, esa función no se cumple plenamente.

“Los especialistas en ciencias sociales han demostrado que, en la medida en que las sociedades y los gobiernos restringen las libertades religiosas, el conflicto social aumenta. Ese conflicto, y su consecuente violencia, siempre perjudica a los más vulnerables, entre los que se encuentran las mujeres y los niños. Desestabiliza las economías y los hogares, aumenta la desigualdad, incluida la desigualdad de género, e impide que las mujeres utilicen sus dones innatos para fomentar la paz”, afirmó.

La hermana Johnson mencionó que, si las mujeres normales y corrientes quieren desempeñar sus funciones singulares de fomento diario de la paz, ellas mismas deben sentirse inspiradas, nutridas, sanadas y empoderadas, y se les debe enseñar acerca de su potencial divino. Las mujeres “deben poder vivir de acuerdo con sus máximas aspiraciones y valores, y deben reunirse, intercambiar impresiones y organizarse para prestarse apoyo mutuo. Esto, obviamente, es lo que permite una sólida libertad de religión y de creencias: la garantía para las mujeres, los hombres y los niños de que puedan llevar una vida moral de acuerdo con su conciencia, con el apoyo mutuo de otros creyentes, al mismo tiempo que ofrecen esa misma dignidad a sus vecinos”, declaró.

La primera mesa redonda se centró en la resiliencia de las mujeres en todo el mundo y sus historias de búsqueda de la libertad de religión y de creencias. Entre las participantes se encontraban Rachel Bayani, que representaba a la Comunidad Internacional Bahá’í; Helene Fisher, responsable de la defensa de la libertad de género y de religión; y Anastasia Hartman, que representaba a Open Doors International.

La segunda mesa redonda se centró en la presentación de estrategias y soluciones para fomentar los derechos de las mujeres en un contexto de libertad de religión o de creencias. Carolyn Handschin, presidenta del Comité de ONG sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Ginebra, habló de la contribución de las organizaciones de la sociedad civil en el marco de las Naciones Unidas. Susan Kerr, asesora ejecutiva sobre Libertad de religión y de creencias de la Oficina de Instituciones Democráticas y de Derechos Humanos de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), habló de la importancia del componente de la seguridad para que una persona ejerza su libertad de religión.

Francesco Di Lillo, director de la Oficina de la Unión Europea y de Asuntos Internacionales de la Iglesia, que moderó la mesa redonda, espera que “este evento suscite más diálogo y colaboración entre los líderes religiosos y políticos, así como en la sociedad civil, para promover y proteger la libertad de religión de las mujeres en todo el mundo”.

A la conclusión del evento, doña Anja Haga, la organizadora, dijo que “si queremos paz, tenemos que defender la libertad de religión, y ustedes tienen que luchar por la libertad de religión de las mujeres. Así es como se establece la paz en el mundo”.

La jornada finalizó con una cena con embajadoras y líderes de organizaciones de la sociedad civil, para seguir desarrollando el diálogo sobre las perspectivas de la libertad de religión y las maneras en que este derecho fundamental puede llevarnos a sociedades más justas.

La hermana Johnson se reunió también con miembros de la Iglesia en Bruselas, en un devocional especial para las mujeres. Posteriormente, participó en una reunión con los misioneros de la Iglesia que prestan servicio en la Misión Bélgica Países Bajos. La reunión tuvo lugar en el nuevo centro de reuniones de la Iglesia en Breda, Países Bajos.

Nota sobre la Guía de Estilo:Al publicar noticias o reportajes sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenga a bien utilizar el nombre completo de la Iglesia la primera vez que la mencione. Para más información sobre el uso del nombre de la Iglesia, visite nuestraGuía de estilo.