Nota de prensa

El espíritu pionero continúa con las jóvenes que salen a prestar servicio

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es conocida por su labor misional. Hace más de cien años que jóvenes hombres y mujeres dedican voluntariamente un período de su vida a prestar servicio a los demás y a compartir el evangelio de Jesucristo a tiempo completo.

En la actualidad hay más de 67 000 misioneros prestando servicio en países de todo el mundo, un gran porcentaje de los cuales son mujeres fieles.

“Entre las misioneras hay un gran nivel de consagración”, afirma Creg D. Ostler, presidente del Centro de Capacitación Misional de Inglaterra. “Hay personas, tanto hombres como mujeres, a las que solo pueden llegar las misioneras. Es notable la gran capacidad que tienen para amar y enseñar. Su valor y su fe me han dejado asombrado”.

Las mujeres han sido pioneras en la forma de llevar a cabo la obra misional desde hace más de un siglo. Una mujer, Elizabeth Claridge McCune, ayudó de forma decisiva a mejorar la obra misional en Inglaterra.

McCune era una Santo de los Últimos Días que vivió en Utah a finales del siglo XIX. En 1897 viajó a Inglaterra para recopilar información sobre su historia familiar y visitar a su hijo. Al llegar, la invitaron a hablar en reuniones locales para despejar algunos rumores que circulaban sobre las mujeres mormonas.

“En ocasiones sentí un ardiente deseo de tomar la palabra, porque creía que, como mujer, podía hacer algo bueno”, declaró McCune.

Dejando a un lado su temor y superando otras dificultades, se dirigió enérgicamente a los grupos locales. Sus palabras e influencia ayudaron a acabar con muchos de los prejuicios y dudas que la gente tenía con respecto a la Iglesia.

Después de ver el impacto que una mujer tuvo en tantas personas, al año siguiente, el Presidente de la Iglesia anunció que a partir de ese momento las mujeres podrían servir en misiones de tiempo completo.

Desde aquel anuncio, miles de fieles mujeres jóvenes han salido de casa y han asumido el título de “Hermana” para servir al Señor y dar a conocer Su evangelio. El espíritu pionero de Elizabeth McCune se ha llevado por todo el mundo conforme las mujeres han ido superando obstáculos para servir con diligencia al Señor.

La hermanar Elizabeth Crocker es una de varias misioneras tonganas que no pudieron regresar a casa debido a las restricciones fronterizas. Hace poco que terminó su servicio misional en Leeds, Inglaterra. Debido a la pandemia del COVID-19, su llamamiento original de servir durante dieciocho meses se extendió a veinticuatro meses.

“Como he estado aquí más tiempo del previsto en mi asignación original, he aprendido a confiar en el Salvador y a usar el poder habilitador de la expiación de Jesucristo”, afirma Cocker. “He aprendido muchísimo del tiempo extra que he pasado aquí, un tiempo que no cambiaría por ninguna otra experiencia”.

Además de la hermana Cocker, miles de mujeres han aceptado el llamamiento a servir, incluso en épocas difíciles. Aunque estas misioneras afrontan dificultades todos los días, confían en Jesucristo y consiguen llegar a las personas de manera distintiva y especial, tal como lo hizo la hermana McCune hace más de un siglo.

Puede obtener más información sobre las primeras misioneras y otras impresionantes pioneras en https://history.churchofjesuschrist.org/article/sister-missionaries-video?lang=spa.

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