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Nuevos Setentas de Área: Dificultades y esperanza durante la pandemia

Uno de los relatos menos conocidos de la Biblia narra cómo Jesús llama a setenta de sus seguidores para servir y predicar. En el ministerio de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días,Setenta es un oficio que procede de este relato. En medio de la pandemia, un danés y un francés recientemente llamados a este puesto, están encontrando maneras de edificar y ayudar a los demás.

Si puedes dar un poco de ti mismo, tu amor y tu cuidado inspirarán y animarán a los demás”, dice el élder Franck A. Poznanski, cuyo llamamiento se anunció durante una reunión virtual mundial el pasado mes de abril. “Élder” es un título religioso concedido a los misioneros y a las autoridades de la Iglesia.

Originario de Angers, en el oeste de Francia, el élder Poznanski es uno de los dos nuevos Setentas del Área Europa, una entidad administrativa de la Iglesia que se extiende desde el norte de los países nórdicos hasta el sur de España y Cabo Verde. El otro, el élder Erik Bernskov, procede de Jyllinge, a cuarenta kilómetros al oeste de Copenhague.

Ambos han sido llamados como Setentas de Área. A diferencia de los Setenta Autoridad General, ellos viven en su casa, proporcionan liderazgo a las congregaciones asignadas dentro del Área, y continúan trabajando en sus profesiones, mientras sirven como voluntarios.

Siempre han llevado en su corazón el servicio a la Iglesia y a la comunidad. “Justo antes de la pandemia del COVID-19, mi esposa y yo empezamos a servir el desayuno a los sin techo una vez a la semana, a las 6 de la mañana, recuerda el élder Poznanski. “Tener la oportunidad de servir a las personas, a los necesitados y a los pobres, siempre es una bendición”. Él y su esposa Veronique tienen cinco hijos y nueve nietos.

Cuando comenzó la pandemia y la asistencia a los centros de reuniones de la Iglesia no era posible, el élder Bernskov y su esposa Anne, junto con otro matrimonio, visitaron de forma segura a los miembros que estaban solos y a los ancianos de las congregaciones de su estaca yendo a la puerta de sus casas. Manteniendo la distancia, cantaban un himno y dejaban un bizcocho casero. “El simple hecho de ver las caras sonrientes de quienes no habían estado con otras personas durante un tiempo tuvo efecto en mí”, recuerda.

Asesor de contratación de profesión, el élder Bernskov valora a su familia. Él y su esposa son padres de cuatro hijos y tienen cinco nietos. Antes de las restricciones de viaje, disfrutaba llevando a sus hijos a visitar los templos de la Iglesia. Situados en varias ciudades de Europa, estos santuarios son lugares de santidad y paz. En dos de esos viajes a Inglaterra, también aprovechó la ocasión para asistir a algunos partidos de fútbol.

Mientras el mundo se apagaba, el élder Bernskov recuerda haber dado largos paseos en la naturaleza y haber pasado tiempo con la familia. Este último año ha significado para él una reafirmación del valor de conectar con los que nos rodean. “A medida que la pandemia va disminuyendo en algunos lugares, espero que volvamos a ministrarnos unos a otros, a visitarnos y a disfrutar de nuestra mutua compañía”, dice.

El élder Poznanski dirige los programas educativos de la Iglesia para jóvenes y jóvenes adultos en Europa, que es su empleo a tiempo completo. Recuerda que le preocupaba que los estudiantes matriculados pudieran enfrentarse a problemas durante la pandemia que les hicieran faltar a clase o a dejar de asistir. Sin embargo, las clases se llevaron a cabo en línea y él fue testigo de la ayuda divina. “Y al final del año 2020, teníamos más alumnos que el año anterior”, recuerda.

Ser llamado como Setenta de Área también le ha ayudado a aprender a confiar en Dios, dice el élder Poznanski. Se sintió abrumado por la ansiedad y la incertidumbre, pero al mismo tiempo, por el amor de Jesucristo. “Pude sentir que no debía preocuparme. El Señor me ayudará”, concluye.

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