El pasado 26 de septiembre de 2023, la presidenta húngara, Katalin Novák, y su equipo visitaron Salt Lake City, Utah, Estados Unidos de América, y se reunieron con el presidente Dallin H. Oaks y el presidente Henry B. Eyring, Primer y Segundo Consejeros de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. También estuvieron presentes el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y el élder Massimo De Feo, presidente del Área Europa Central de la Iglesia.
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Estos líderes conversaron sobre la libertad religiosa y la libertad de expresar las creencias personales en público, a pesar de lo que digan o piensen los demás. La función de la familia fue otro tema importante que se abordó en la reunión. El presidente Eyring señaló que las familias son un elemento fundamental de las enseñanzas de la Iglesia y “la razón por la que edificamos templos, para que esas familias puedan estar unidas para siempre”. La presidenta Novák afirmó que criar a un hijo es lo mejor que se puede hacer. El élder David A. Bednar comentó que, durante la conversación, un sentimiento maravilloso inundó la sala y que todos los presentes sonreían.
Durante la conversación, el élder De Feo tuvo la oportunidad de dar las gracias a la presidenta Novák por ser un ejemplo de cristiana que no guarda silencio sobre sus creencias ni teme hablar abiertamente de Jesucristo. El élder De Feo dijo: “En un mundo cada vez más secular, coincidimos en nuestra creencia común de que el mundo necesita oír más el nombre del Salvador. En esto somos ‘uno en Cristo’”.
Al concluir la reunión, se comunicó a la presidenta Novák la ubicación del Templo de Budapest, anunciado por el presidente Russell M. Nelson en la Conferencia General de abril de 2019. La presidenta lo agradeció y se congratuló de haber sido la primera en ser informada oficialmente antes de que la Iglesia hiciera el anuncio público el 9 de octubre.
La reunión concluyó con la intervención del presidente Oaks, en la que señaló que la Iglesia había sido bendecida al conocer a una mujer tan cristiana y lo agradecido que estaba de que el país de Hungría fuera tan cordial con La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Luego, la presidenta Novák preguntó si se podía ofrecer una oración por su país y su gente, y el élder Bednar estuvo encantado de ofrecer esa oración.