Ahora que el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, el día 8 de marzo, la función de liderazgo femenino de las Asesoras de organizaciones de Área en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cumple este mes su primer año. Con este fin, las líderes reflexionan sobre sus experiencias y sobre el conocimiento adquirido en su ministerio en toda Europa.
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Julia Wondra, Traci De Marco, Sibylle Fingerle, Ghislaine Simonet, Ann-Mari Lindberg, Letícia dos Santos Rudloff2022 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.“Cada mujer es una hija de Dios. Son magníficas. Son lo suficientemente buenas. Poseen potencial divino y cada pequeño acto de servicio marca una diferencia”, dice la hermana Sibylle Fingerle, de Alemania.
La hermana Traci De Marco, del Reino Unido, afirma: “Creo que es importante que las mujeres sepan la tremenda diferencia que suponen sus talentos, habilidades y atributos espirituales en la vida de los demás”.
Al preguntarle por su papel en el fortalecimiento de las mujeres de su entorno, la hermana Ghislaine Simonet, de Francia, comenta: “Como estamos cerca de ellas, podemos ayudarlas a recordar a menudo que son hijas de Dios”. Y añade: “Cuando sepan esa verdad en su mente y en su corazón, obrarán milagros”.
Las Asesoras de organizaciones de Área imparten instrucción a los líderes de la Iglesia y aportan la perspectiva de las mujeres en los consejos a todos los niveles. “Este llamamiento es como el eslabón perdido para las líderes de estaca, para hacer preguntas, para deliberar juntas, para obtener y proveer información y, más que nada, para aportar la perspectiva diferente que este llamamiento puede ofrecer y brindar”, dice la hermana Ann-Mari Lindberg, de Dinamarca. Y añade: “A través de nuestro ministerio a las líderes de estaca, ellas sienten que se las ve, se las ayuda y se las escucha mucho más que antes”. Una estaca es como una diócesis católica que abarca múltiples congregaciones.
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Julia Wondra, Traci De Marco, Sibylle Fingerle, Ghislaine Simonet, Ann-Mari Lindberg, Letícia dos Santos Rudloff2022 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.La hermana Julia Wondra, de Viena, comparte lo que ha aprendido sobre la ministración de unas a otras: “Aprendí que no se trata de mí, sino del Salvador. Así que intento parecerme más a Él, lo que significa que mi preparación espiritual diaria es clave”. Y añade: “Una hermana de mi zona se sentía exhausta. Tenía la impresión de que no marcaba ninguna diferencia y estaba a punto de rendirse. Después de nuestra capacitación se sintió renovada y con energía, y me dice regularmente que ahora tiene más ideas y siente más amor por sus hermanas”.
La hermana Simonet reflexiona: “En un momento en el que una miembro de la presidencia de una organización de estaca se enfrentaba a graves pruebas en su vida y estaba considerando pedir el relevo, sus hermanas de la presidencia la escucharon y le ofrecieron ayuda y compasión. Hoy, las dificultades de esta hermana no han desaparecido, pero al sentir el amor de sus hermanas, sigue sirviendo con gozo y esperanza”.
Al preguntarle a la hermana De Marco qué es lo que aprende de Jesucristo sobre la ministración a las mujeres, afirma lo siguiente: “Me encanta que fueran las mujeres las que presenciaron algunos de los aspectos más importantes del ministerio de Cristo. Fue la mujer del pozo la primera en saber que Él era el Mesías; fue la petición de su madre la que provocó el primer milagro del Salvador y fue María Magdalena la primera en ver la tumba vacía y al Señor resucitado. Él confió en las mujeres entonces y confía en las mujeres ahora. Estas mujeres fueron grandes misioneras al compartir lo que habían visto, oído y sentido, y nosotras podemos hacer lo mismo hoy”.
La hermana Fingerle afirma: “Todas las mujeres tienen acceso al poder de Dios aquí en la tierra. ¡Ellas pueden y deben utilizarlo!”. Al reflexionar sobre el ministerio del Salvador entre las mujeres, la hermana Lindberg dice: “Él las vio y las aceptó tal como eran; sin juzgarlas ni compararlas, solo amándolas y motivándolas a hacer las cosas mejor”. La hermana De Marco añade: “El amor sin prejuicios es un elemento sumamente importante en nuestra ministración, así como el cuidado, la acogida y el respeto constante del albedrío, tal como lo haría nuestro Salvador”.
Dado que el Día Internacional de la Mujer existe para reconocer los logros de las mujeres y constituye un esfuerzo por abrazar la diversidad, la igualdad y la inclusión, las experiencias de las asesoras de organizaciones de Área ejemplifican la forma en que las mujeres de todo el mundo pueden ayudar a lograr esas metas y ejercer una enorme repercusión para elevar e inspirar a los demás.