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Qué puede esperar en las reuniones de la Iglesia

Nota a los reporteros:
Si usted está considerando asistir a una congregación de los Santos de los Últimos Días, ¡le damos la bienvenida! Agradecemos el que se tome el tiempo para entender mejor nuestra religión y a nuestra gente. El visitar nuestras congregaciones locales y ver cómo funciona un barrio o una rama (es como llamamos a nuestras congregaciones) es clave para entender lo que creen los Santos de los Últimos Días y cómo esas creencias se traducen en la adoración conjunta y en el servicio que rendimos unos a otros. Lo que verá será un ejemplo de la adoración de Jesucristo por parte de los Santos de los Últimos Días alrededor del mundo.

Sin embargo, sírvase recordar que las reuniones dominicales son servicios de adoración. Usted se encontrará en un ambiente de amistad y sociabilidad, además de reverencia. Si quisiera entrevistar a miembros o a líderes locales, o si necesitara fotografías o videos para acompañar su historia, sírvase comunicarse con


¿Qué puede esperar en las reuniones de la Iglesia?

Los Santos de los Últimos Días reciben con gusto a todos los visitantes a sus reuniones de adoración. Para las personas que visiten por primera vez, la siguiente información puede resultarles de beneficio.

Además de las actividades y los programas que se llevan a cabo entre semana, los Santos de los Últimos Días se reúnen los domingos en una reunión “sacramental” de aproximadamente una hora de duración, en la cual hombres, mujeres y miembros jóvenes ofrecen oraciones y dan sermones, cantan himnos y participan de la Santa Cena (similar a recibir la comunión). También, hay clases sobre doctrina y sobre las Escrituras para jóvenes y  adultos como parte de un período de tres horas de duración.

Los mormones en general son personas amigables, así que al visitante no debe sorprenderle que alguien, al ver una cara nueva, se acerque a charlar y ofrezca estrecharle la mano y ayudarle a encontrar la reunión o la clase que le corresponda.

¿En dónde se llevan a cabo esas reuniones?

En muchos lugares, el centro de reuniones es un edificio uniforme y fácilmente reconocible que lleva puesto el nombre de la Iglesia en su exterior. Adentro, encontrará la capilla, o “salón sacramental”, con bancas para la congregación y con un púlpito para los discursantes. En el interior, típicamente encontrará salones de clase y también un gimnasio. Los centros de reuniones, caracterizados por su sencillez y funcionalidad (con pinturas sencillas del ministerio de Cristo que adornan los pasillos y los salones de clase), cumplen muchos propósitos y se utilizan para todo, desde servicios dominicales hasta refugios en casos de emergencia y torneos de baloncesto en el gimnasio hasta reuniones matutinas para los jóvenes para estudiar las Escrituras sobre Jesucristo. En otros lugares, los servicios de adoración se realizan en espacios rentados más pequeños que se ajustan mejor a las necesidades de los congregantes locales.

¿Quién asiste a las reuniones?

Las congregaciones locales están organizadas geográficamente a fin de unir a los vecinos y a las comunidades y darles más oportunidades de servirse unos a otros. Como consecuencia, la cantidad de personas que asisten varía según el lugar, desde una reunión íntima de más o menos una docena en una rama de Mongolia hasta cientos de miembros en un barrio de Washington, D.C. Usualmente, se mantienen los límites geográficos de manera que las congregaciones sean de un tamaño que permita la familiaridad y el sentido de comunidad. Las familias generalmente se sientan juntas, pero en algunos casos asiste un número grande de miembros solteros. En las metrópolis más grandes, incluso hay congregaciones designadas especialmente para adultos solteros.

¿Qué ocurre durante la reunión?

A continuación se explica en detalle la reunión principal de adoración, llamada la “reunión sacramental” (el término Santo de los Últimos Días para “comunión”):

  • La persona que dirige la reunión —usualmente el obispo del barrio o el presidente de la rama, o posiblemente uno de sus dos consejeros— no lleva sotana eclesiástica sino traje. Aparte del hecho de que está en el púlpito, no se le alcanza a distinguir de los demás miembros de la Iglesia.
  • Después de los anuncios a la congregación, los miembros inician la reunión cantando un himno. Los himnos de la Iglesia incluyen algunos que son familiares para otros cristianos e himnos adicionales que reflejan la historia, la doctrina y las prácticas de los Santos de los Últimos Días.
  • Un miembro de la congregación ofrece una oración inicial en el púlpito. Las oraciones son espontáneas. La congregación sólo participa con un “Amén” después de que la oración termina en el nombre de Jesucristo. Tampoco hay una lectura formal de las Escrituras desde el púlpito, aunque los que dan los sermones usan extensamente las Escrituras.
  • El punto de enfoque de la reunión de 70 minutos de duración es el que ocurre a continuación. Después de cantar otro himno, los emblemas de la Santa Cena son bendecidos y repartidos, semejante a la comunión en otras iglesias. Varones que han sido ordenados a diversos niveles de responsabilidad en el sacerdocio, entre ellos jóvenes mayores de 16 años, bendicen tanto el pan como el agua. Los miembros permanecen en sus asientos mientras las bandejas se pasan por las hileras de la congregación. Durante ese periodo, la capilla está en silencio mientras cada persona reflexiona en el sacrificio del Salvador Jesucristo. Aunque la intención es que la Santa Cena sea para los miembros bautizados de la Iglesia, nadie se opondrá si los visitantes participan de ella.
  • Después de la repartición del pan y del agua, se reanuda el servicio con discursos ofrecidos por varios miembros asignados de la congregación. Cada semana se pide a distintos miembros de la congregación que den discursos, a fin de dar la oportunidad de enseñar y de compartir a cuantas personas sea posible (hombres, mujeres y jóvenes). Los temas usualmente se asignan con una o dos semanas de anticipación o en ocasiones el tema se deja a criterio de la persona asignada. Dichos discursos, o sermones, usualmente duran entre 10 y 25 minutos y se centran en los principios que enseñó Jesucristo. El primer domingo de cada mes, o “domingo de ayuno”, no hay discursantes asignados, sino que las personas pueden compartir espontáneamente sus experiencias y expresiones de fe personal, o sea, su testimonio.
  • En algunas congregaciones se acostumbra tener un número musical, por ejemplo, un número coral,  que antecede al último discursante. El coro está conformado por miembros de la congregación.
  • La reunión concluye con un himno y una oración final, la cual un hombre o una mujer puede ofrecer
  • No existe un clero profesional a sueldo, el hecho de que se comparten las responsabilidades y los deberes de la congregación inculca los valores de comunidad y hermandad. Este modelo cooperativo significa que coloca a los miembros  alternadamente a predicar y escuchar sermones, a dirigir y cantar la música, a dar y recibir servicio.

¿Tienen que participar los visitantes?

No. Los visitantes sencillamente pueden sentarse y disfrutar de la reunión, o cantar con los himnarios que se proporcionan, si gustan. No hay plato de colecta ni material alguno que tengan que llevar.

¿Qué ropa lleva la gente?

Puede usar la ropa que usted acostumbre llevar para asistir a una reunión en una iglesia. Los hombres usualmente usan traje y corbata y las mujeres llevan vestido o falda. Los niños también acostumbran vestir bien.

¿Qué ocurre después del servicio sacramental?

Al concluir el servicio de adoración principal, o reunión sacramental, los miembros de la Iglesia asisten a la Escuela Dominical y a otras clases para recibir instrucción y análisis en grupos según las edades. Por ejemplo, los niños de 18 meses a 11 años asisten a la Primaria, un programa elaborado específicamente para niños en el que se presenta el Evangelio en su forma más sencilla. Las lecciones están basadas en las Escrituras y se incorporan la música y las imágenes visuales para mantener la atención de los niños. Hay clases para los jóvenes de 12 a 18 años y para los adultos mayores de 18 años. A menudo, hay una clase especial para nuevos miembros o visitantes que se llama Principios del Evangelio. Aunque los cursos de estudio de la Escuela Dominical están organizados de acuerdo con los libros canónicos (cada año se estudia un libro de las Escrituras diferente), la clase de Principios del Evangelio está organizado de acuerdo con temas doctrinales básicos. Después de la rotación de una hora de duración de la Escuela Dominical, hay otra clase de una hora, adaptada especialmente para las mujeres (Sociedad de Socorro), para los hombres y los hombres jóvenes (sacerdocio, para las mujeres jóvenes y para los niños.

No se necesita una invitación para asistir a las reuniones de adoración o a las clases mormonas. En algunas congregaciones, las clases preceden al servicio principal de adoración, según las circunstancias locales y la cantidad de congregaciones que se reúnan en el mismo edificio durante el día.

¿Y qué de los templos?

Un concepto erróneo común entre los que no son de la religión mormona es que sólo los Santos de los Últimos Días pueden entrar en sus centros de reuniones. Esto probablemente se base en un malentendido entre los templos y los centros de reuniones. En los templos, de los que hay 151 alrededor del mundo (contando los terminados y los que están en construcción o se han anunciado), sólo pueden entrar los miembros de la Iglesia que participan plenamente en la religión, pero cualquier persona puede entrar a un centro de reuniones mormón, ya sea de visita o para adorar junto con sus vecinos Santos de los Últimos Días. Hay más de 18.000 centros de reuniones en todo el mundo.

 

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