BELGRADO, SERBIA Esta oportunidad se da una vez en la vida” dijo el élder Ron Densley, quien junto con su esposa Annette prestan servicio humanitario como voluntarios. Los misioneros se ofrecieron como voluntarios para traducir, para cronometrar las pruebas deportivas, y para barrer. También realizaron diversos trabajos como abastecer los refrigeradores con agua, levantar las carpas para la sombra, sonreír, ayudar y dar la bienvenida a las personas. El élder Densley dijo que los misioneros sobresalieron entre los demás voluntarios y eso motivó a los visitantes a que preguntaran por qué los misioneros dejaban sus hogares costeándose los gastos. A los espectadores provenientes de todas partes del mundo les fascinó practicar sus habilidades para hablar inglés y se sorprendieron al darse cuenta de la fluidez de los misioneros cuando hablaban en serbio. Los misioneros demostraron ser competentes y dignos de confianza y llamaron la atención de los líderes de los equipos de las Olimpiadas quienes llegaron a conocer a muchos de ellos por sus nombres. Las personas comentaban que los misioneros mormones eran diferentes a los otros voluntarios y con frecuencia expresaron cuánto disfrutaban ver sus semblantes sonrientes y felices.
Fotografía Cortesía de Ron y Annette Densley. Ocho misioneros y una pareja de misioneros adultos fueron seleccionados dentro del primer grupo de entrevistados para servir como voluntarios en las 25º Olimpiadas Universitarias.
Una joven rusa reconoció las placas de los misioneros con júbilo. Ella había participado en el programa de intercambio de estudiantes internacionales en Idaho y vivió con una familia Santo de los Últimos Días en la que el padre era obispo, y cada semana iba a la Iglesia con los misioneros. Se distribuyeron algunas copias del Libro de Mormón y una jovencita preguntó si ella podía asistir a las reuniones de la Iglesia. Para los misioneros en Serbia, contactar a las personas en las calles es difícil y rara vez productivo porque muy pocos se toman el tiempo para detenerse y escuchar acerca del Evangelio. El élder Dansley dijo: “Qué cambio tan agradable el que las personas nos preguntaran acerca del mensaje del Evangelio”. Las Olimpiadas Universitarias de 2009 brindaron a los misioneros la oportunidad de compartir y de sembrar las semillas del Evangelio en los corazones de personas alrededor del mundo de maneras que muy raras veces ocurren.