En la actualidad hay 35,3 millones de refugiados en todo el mundo, según la Agencia de la ONU para los Refugiados. La Organización de las Naciones Unidas designó el 20 de junio de cada año como Día Mundial de los Refugiados, con el fin de reconocer a las personas que tienen el valor de huir de su país de origen debido a conflictos o persecución. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se esfuerza por prestar apoyo a las personas y familias desplazadas y colabora con otras organizaciones internacionales que participan en esta labor de socorro.
La Iglesia de Jesucristo anima a sus miembros a ayudar a los refugiados que se han visto obligados a marcharse de sus hogares. En 2021, la Iglesia afirmó lo siguiente en una actualización del Manual General: “Como parte de su responsabilidad de cuidar de los necesitados, los miembros de la Iglesia ofrecen su tiempo, sus talentos y su amistad para acoger a los refugiados como miembros de sus comunidades”.
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| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
En el último año, los conflictos han llevado a muchas personas a diversas partes de Europa buscando refugio de los peligros que persisten en sus países y comunidades de origen. Mediante 174 proyectos de respuesta a las necesidades de los refugiados en 2022, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y sus miembros en todo el mundo aportaron recursos a esas personas y familias que tienen esperanza en un futuro mejor. En Europa, la Iglesia ha prestado servicio al frente de esta labor, ayudando a los refugiados independientemente de su cultura, raza o religión.
Ayudar en toda Europa
Debido a las acciones militares en Ucrania, los países de Europa han recibido la mayor afluencia de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Para responder a esta crisis, la Iglesia ha dedicado más de 15,6 millones de euros (16,8 millones de dólares estadounidenses) para ayudar a los refugiados ucranianos y ha donado más de 900 toneladas de comida y materiales para los ucranianos necesitados. Además de ocuparse de su bienestar físico, la Iglesia ha organizado seminarios en línea semanales y conversaciones para ayudar a los ucranianos afligidos a sobrellevar sus experiencias. La labor de la Iglesia en Ucrania se describe de manera detallada en este artículo que se encuentra en la Sala de prensa mundial de la Iglesia.
Otros proyectos de labor humanitaria recientes de la Iglesia de Jesucristo en Polonia, España, Grecia, Rumanía, Serbia, Croacia y Georgia están ayudando a los refugiados procedentes de Ucrania y otros países. En 2022, la Iglesia colaboró con 294 organizaciones en toda Europa para apoyar proyectos de labor humanitaria. Gracias a esto, miles de personas y familias han encontrado alivio y consuelo en situaciones difíciles.
Proyectos de ayuda en Italia
En Italia, la Iglesia ha llevado a cabo varios proyectos de ayuda a los refugiados, en los que ha colaborado con bancos de alimentos, centros de refugiados, músicos, líderes de la comunidad y complejos residenciales con el fin de brindar ayuda y consuelo a los refugiados.
Peace y Monday Ehigiamusoe, que fueron refugiados, huyeron de su país natal en África para buscar refugio en Roma, Italia. Durante su viaje en barco, el grupo de refugiados tuvo que enfrentarse a fuertes tormentas en las que muchos otros refugiados se ahogaron. Peace y Monday perdieron sus escasas pertenencias, pero sobrevivieron a aquellas difíciles circunstancias y llegaron sanos y salvos a Italia. Conocieron a voluntarios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a través de la red de refugiados de la zona y recibieron recursos para poder establecerse en su nuevo país.
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La Iglesia ayudó a Monday a recibir formación académica y a encontrar trabajo estable. En la actualidad, Peace y Monday prestan servicio constantemente en su comunidad local, ayudando a otros refugiados y personas necesitadas. La fe jugó un papel muy importante para motivar a la familia Ehigiamusoe a buscar una vida mejor y la Iglesia les prestó apoyo en su bienestar físico y espiritual.
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