Nota de prensa

El élder Soares alienta a los damnificados por la riada de Valencia a confiar en Jesucristo

El miércoles 8 de noviembre de 2024, el élder Ulisses Soares, Apóstol de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, visitó una zona de España devastada por inundaciones repentinas a finales de octubre.

Él y el élder Rubén Alliuad, Presidente del Área Europa Central, compartieron amor, preocupación y un mensaje edificante de mantener la fe en Jesucristo con los Santos de los Últimos Días en Catarroja, España.

“Mis queridos hermanos y hermanas, los amamos profundamente y deseamos estar cerca de ustedes en este momento. Por eso estamos aquí. Espero que puedan sentir el amor de nuestro Padre Celestial por ustedes, así como el nuestro”, dijo el élder Soares.

Helamán Rubio, residente de Catarroja, perdió a cuatro vecinos durante la riada y fue testigo de la muerte de uno de ellos mientras intentaba rescatar a una persona enferma. Experimentó una gran paz al saber que un Apóstol de Jesucristo venía a ministrarles.

“Realmente necesitábamos que viniera el élder Soares. Ha sido como un milagro”, dijo Rubio. “Sí, ha sido un milagro, porque hemos podido escuchar la voz del Espíritu, y era justo lo que necesitábamos oír”.

El Apóstol comentó que, cuando alguien está enfermo, busca a un doctor para que atienda sus necesidades inmediatas.

Luego añadió: “Quizás, en este momento, la necesidad principal que tenemos ahora mismo es una necesidad espiritual. Y nuestro cuidador espiritual es el Salvador Jesucristo. Les invito, en este momento, a poner su vida en Sus manos, a confiar en Él, a saber que Él está ahí, esperándonos a cada de nosotros”.

El élder Soares ofreció una oración con una bendición especial para las víctimas de la riada. Él, su esposa Rosana, así como los Alliuad saludaron y abrazaron a todos los asistentes.

“Mantengan su fe en Dios y en Jesucristo. Estamos muy comprometidos a hacer todo lo posible para ayudarles en sus necesidades y para que puedan seguir adelante”, dijo.

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Después de pasar un tiempo juntos, el élder Soares visitó un hospital cercano para mostrar su amor a un miembro que cayó en una alcantarilla mientras regresaba a su casa para ver a sus hijos cuando el agua comenzaba a subir.

Almudena Gómez sintió el poder del ministerio personal del élder Soares hacia su familia.

“Ha sido una gran bendición que… él haya venido aquí a brindarnos todo su amor”, dijo. “Nos saludó a cada uno, nos abrazó a cada uno, y realmente nos sentimos [amados] a través de esos abrazos y la bendición que nos dio a todos”.

El equipo de la Sala de prensa de la Iglesia acompañó a la familia Almenar-Gómez de regreso a su hogar a través de las calles cubiertas de lodo en Catarroja para ver los daños en su casa y escuchar su historia.

“A través de la mirilla de la puerta, podía ver el coche estacionado frente a la casa”, relató la hermana Gómez. “Observé cómo subía el agua: primero a la mitad de las ruedas, luego las cubrió, y la tercera vez que miré, el auto ya no estaba”.

Usaron cubos para evitar que entrara tanta agua en la casa, pero llegó demasiado rápido. Subió hasta casi los tres metros en una hora. Utilizaron una escalera para escapar por el muro de su patio trasero y subir al segundo piso donde estaban sus vecinos.

Regresaron a su casa alrededor de las 4 de la mañana del día siguiente para ver los daños. En la esquina de la calle había una pila de cuatro metros y medio de altura de objetos arrastrados por la furia de las aguas.

A pesar de estos desafíos, la familia Almenar-Gómez, como muchas otras en la comunidad, depende del apoyo de la comunidad.

“Nuestros líderes, que han estado aquí desde el principio, han venido desde Valencia todos los días para ayudarnos a limpiar, a traer ropa, comida; todo, porque cuando lo pierdes todo, necesitas de todo”, manifestó la hermana Gómez.

La capilla local de la Iglesia se ha convertido en uno de los muchos lugares de la comunidad donde la gente puede acudir para obtener una comida caliente, equipo médico, artículos de primera necesidad y un lugar para solicitar ayuda. La hermana Gómez ha visto personalmente a los jóvenes liderar los esfuerzos para ayudar a quienes lo necesitan.

“En medio de esta tragedia, hemos sentido mucho apoyo incluso antes de hoy, con la ayuda de miembros de la Iglesia y personas que han venido de toda España”, comentó.

“He podido entender mejor lo que el profeta nos dijo sobre la nueva generación que ha venido con gran fuerza”, agregó.

Al día siguiente, el élder Soares se reunió con los misioneros de la Misión España Barcelona y agradeció a los que sirven en Valencia, especialmente a las cuatro misioneras que actualmente están sirviendo en Catarroja. Caminaron dos horas desde la zona inundada para asistir a la reunión.

El domingo 10 de noviembre de 2024, el élder Soares y su esposa Rosana hablaron en una conferencia nacional. Más de 5000 Santos de los Últimos Días participaron en la reunión.

El Apóstol reafirmó la necesidad de que los miembros de la Iglesia fortalezcan su propio cimiento espiritual sobre la roca de Jesucristo como una forma de sobrevivir a los días difíciles que preceden la Segunda Venida del Salvador.

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