La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está respondiendo a los desastres naturales causados por las fuertes lluvias e inundaciones ocurridas durante los dos últimos días en varias áreas de Bosnia y Serbia. Casi todos los ríos y arroyos se han desbordado, causando un daño importante. El tráfico en muchas carreteras se ha detenido y se están produciendo corrimientos de tierras. Ciudades, casas y comercios están amenazados y muchos ciudadanos han sido evacuados.
Fondos y ayuda humanitaria han sido aprobados para ayudar en el tratamiento del agua y proporcionar herramientas, bombas y otros elementos necesarios. Los representantes de la Iglesia para ayuda humanitaria están trabajando junto con las autoridades locales y organizaciones de protección civil de esos dos países para trabajar de manera efectiva para aliviar la devastación."