Nota de prensa

La Iglesia de Jesucristo aporta el mayor grupo de voluntarios en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales de 2023

Más de 700 jóvenes adultos voluntarios prestan servicio patrocinado en las Olimpiadas Especiales en Berlín

Más de 700 jóvenes adultos, miembros y amigos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se reunieron en Berlín la semana pasada en una conferencia de servicio para toda Europa, centrada en el servicio voluntario durante las Olimpiadas Especiales de 2023. Como voluntarios, también fueron invitados a unirse a la gran ceremonia de inauguración en el Estadio Olímpico de Berlín, con unos 50 000 espectadores.

La conferencia de servicio comenzó el viernes 16 de junio de 2023 y finalizó el domingo 25 de junio. Los participantes en la conferencia provenían de todo el mundo, en su mayoría de Europa, y representaban a un total de 48 países.

Dos jóvenes adultos, Dan Winkler, de Alemania, y Tabita Aversa, de Brasil, formaron parte del equipo de organización de la conferencia de la Iglesia. “Todos los elementos de esta conferencia estaban centrados en ayudar a los demás”, dice Tabita. “Nuestro plan principal consistía en ayudar en las Olimpiadas Especiales durante todo el día y, por la noche, teníamos varias actividades extra planificadas por nosotros”, continúa. “Espero que todos sintieran el amor de Dios por todos Sus hijos. Este amor me ha motivado a ayudar en esta conferencia y espero que todos sientan lo mismo, a lo largo del tiempo que pasen juntos y haciendo algo bueno por los demás”, concluye Tabita.

“Esta conferencia fue algo distinta de lo que solemos hacer, porque no se trataba solamente de que disfrutáramos, nos conociéramos o creciéramos espiritualmente, sino también de lo que podíamos donar en términos de tiempo, fortaleza y talentos al servicio de los demás”, afirma Dan. “Con las Olimpiadas Especiales se presta servicio a personas de nuestra sociedad que tienen una necesidad especial de recibir más apoyo. Son personas desfavorecidas en algunos ámbitos, lo cual exige un nivel de compromiso superior al que tendríamos normalmente en una conferencia de este tipo”, continúa. “Espero que todos los participantes hayan sentido ese espíritu especial de servicio y lo compartan con otras personas en todo el mundo, de modo que esto se pueda convertir en algo mucho más grande que un simple buen recuerdo de una conferencia, incluso en un movimiento que nos una, más allá de las fronteras, con todas las personas que nos rodean”, concluye Dan.

La Iglesia en Europa proporcionó alojamiento, comida y actividades sociales a todos los participantes en la conferencia, que incluía a miembros y amigos de la Iglesia de dieciocho a treinta y cinco años. La organización de las Olimpiadas Especiales aportó transporte público, traslados, equipamiento para los voluntarios, formación y asignaciones en más de veintiún puestos de voluntarios. Los voluntarios podían participar durante cinco días o durante todo el evento.

“La colaboración con grandes grupos como la Iglesia de Jesucristo es una buena experiencia, tanto para los grupos como para nosotros”, afirma Oliver Büttel, gerente de voluntarios de las Olimpiadas Especiales. “Los grupos siempre están unidos y resultan útiles porque son fiables y dignos de confianza. Asumen una parte muy importante de la experiencia de voluntariado”, continúa Büttel. “Esperamos que, gracias a la ayuda de la Iglesia, aumente la concienciación de la inclusión en la sociedad, no solo debido a la importancia de esta cuestión, sino también por las dimensiones y la necesidad de este evento multideportivo tan relevante”.

Para inscribirse en la conferencia de servicio de la Iglesia, todos los participantes tuvieron que registrarse primero como voluntarios en las Olimpiadas Especiales. Los turnos de voluntarios tuvieron lugar a lo largo del día, en las ocho sedes olímpicas oficiales ubicadas en la ciudad de Berlín. Por la noche, la Iglesia organizó eventos sociales, que incluían bailes, una fiesta en la playa, cine al aire libre, karaoke y talleres, así como un gran servicio de adoración dominical.

“En general, esto es todo muy sano y me pone de muy buen humor”, dice Samuel Tessa, un joven adulto voluntario de Francia. “En general, hay una gran actitud positiva a nuestro alrededor. Simplemente cuidamos los unos de los otros; de eso se trata”, continúa Tessa.

La colaboración con la organización de las Olimpiadas Especiales se llevó a cabo con un simple contacto de un matrimonio de misioneros mayores que estaban sirviendo en Berlín. En la Iglesia de Jesucristo, los miembros de distintos grupos de edad pueden prestar servicio a tiempo completo como voluntarios en diversas capacidades, localmente o en el extranjero.

“Yo trabajaba como maestro de gimnasia de niños con necesidades especiales”, dice Robert Swift, misionero mayor de Las Vegas. “Quería hacer algo parecido durante mi misión en Berlín y descubrí en línea que se buscaban voluntarios para las Olimpiadas Especiales. Les dijimos que contábamos con muchos jóvenes adultos a los que les encantaría prestar servicio a la comunidad como voluntarios durante los juegos”, continúa Swift.

Rápidamente se corrió la voz entre los jóvenes adultos europeos y de todo el mundo, que querían reunirse con jóvenes de diversos países y culturas para ayudar a otras personas por medio de esta importante iniciativa. La Presidencia del Área Europa decidió patrocinar esta singular conferencia de servicio en torno a las Olimpiadas Especiales con el fin de brindar a los jóvenes adultos la oportunidad de demostrar su amor por Dios ayudando a los demás y fomentando un sentimiento de unidad y pertenencia.

“Esta es la primera vez que veo un grupo tan grande de jóvenes adultos haciendo algo tan bueno, tan ameno e intenso, no solo como iglesia, sino abiertos al mundo, con y para la comunidad”, dice el élder De Feo, presidente del Área Europa Central. “Esto es algo que deberíamos hacer cada vez más en el futuro”, continúa. “A medida que servimos en la comunidad, ayudamos como ayudó Jesucristo y, por lo tanto, sentimos que podemos llegar a ser más semejantes a Él y nuestra naturaleza cambia”.

Cuando se le pregunta qué espera en otras regiones de Europa con respecto a ayudar a los demás, el élder De Feo dice: “Creo que deberíamos hacer correr la voz y difundir el sentimiento de ayudar a los demás con el fin de despertar más esos sentimientos positivos en otras personas. Esto cobrará impulso espiritual, con muchas más personas que sentirán el deseo de ayudar a los demás. Cuando nos unimos y continuamos haciendo el bien, podemos hacer grandes cosas”, concluye el élder De Feo.

Los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales son el evento deportivo inclusivo más grande del mundo, con unos siete mil atletas con discapacidades que compiten en veintiséis disciplinas. Este año, los juegos contaron con la ayuda de más de doce mil voluntarios de todo el mundo.

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