Nota de prensa

La reunión general de mujeres marca el comienzo de la conferencia general

Se anima a las mujeres mormonas a edificar sobre la doctrina de Cristo.

Líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días animaron a las mujeres mormonas a enfocarse en la doctrina de Jesucristo al reunirse cientos de miles de mujeres, mujeres jóvenes y niñas de 8 a 12 años de todo el mundo, durante la primera sesión de la conferencia general.

La sesión general de mujeres de la 186ª Conferencia General Semestral tuvo lugar el sábado 24 de septiembre de 2016 en el Centro de Conferencias de Salt Lake City, Utah. La hermana Linda K. Burton, presidenta general de la Sociedad de Socorro, dirigió la reunión.

“Seguid edificando a diario sobre la piedra fundamental de la doctrina de Jesucristo”, imploró la hermana Carole M. Stephens, primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro. La hermana Stephens enfocó sus palabras en un discurso del Presidente Russell M. Nelson del Quórum de los Doce Apóstoles hace un año, titulado “Una súplica a mis hermanas”.

Ella dijo que el Salvador puede proporcionar “alivio duradero” al pesar causado por el pecado, fortalecernos cuando experimentemos dolor causado por “las acciones injustas de otras personas” y proporcionar consuelo cuando experimentemos “desastres, enfermedades mentales, enfermedades físicas, dolor crónico y la muerte”.

“Nuestra fe en Jesucristo nos permite enfrentarnos a cualquier desafío”, enfatizó la hermana Stephens, que dijo a las mujeres que le encanta aprender de ellas al viajar por el mundo. “No hay nada como estar con vosotras apoyándonos mutuamente, con una misma mira y con un mismo corazón”.

“Hermanas, vivimos en tiempos peligrosos”, dijo la hermana Bonnie L. Oscarson, presidenta general de las Mujeres Jóvenes, que se refirió a “la condición cada vez más secular del mundo”.

La hermana Oscarson continuó, “Si las tendencias actuales son un indicador, necesitamos estar preparados para las tormentas que se avecinan”.

La líder de Mujeres Jóvenes pidió a las chicas y mujeres de la Iglesia a que “estudiaran las doctrinas esenciales del evangelio y tuvieran un testimonio inquebrantable de su veracidad”. También citó el discurso del élder Nelson en la conferencia general de octubre de 2015. Él predijo que los ataques contra la Iglesia continuarían y que las mujeres necesitarían obtener una mayor comprensión de la doctrina de Cristo.

La hermana Oscarson animó a las mujeres a estudiar la expiación de Jesucristo, a enseñar a sus familias y a otros sobre el plan de salvación, a entender la necesidad de la restauración de la doctrina y a estudiar y comprendes las ordenanzas y convenios del templo, o las promesas hechas con el Señor.

“Me preocupa que vivamos en un ambiente en el que intentamos no ofender a nadie, y por tanto evitamos por completo enseñar principios correctos”, dijo la líder de jóvenes. “Si no enseñamos a nuestros hijos y a nuestros jóvenes doctrina verdadera – y la enseñamos con claridad – el mundo les enseñará las mentiras de Satanás”.

La hermana Jean B. Bingham, primera consejera de la presidencia general de la Primaria, tocó el tema de la caridad y los esfuerzos de la Iglesia para ayudar a refugiados en comunidades de todo el mundo.

“Al compartir vuestros tiempo, talentos y recursos, vuestros corazones – y los de los refugiados – se han animado”, dijo la hermana Bingham. “La edificación de esperanza y fe y un mayor amor entre el que da y el que recibe son resultados inevitables de la verdadera caridad”.

“Nos hemos enfocado demasiado en las versiones de la vida de Pinterest o Instagram o estamos atrapados por la preocupación en la escuela o en el trabajo por competir”, dijo, animando a las mujeres a utilizar palabras positivas para edificar a otros.

Tengamos 8 o 108 años, podemos traer la luz del evangelio al lugar donde vivimos, sea un apartamento de muchos pisos de Manhattan, una casa sobre pilotes de Malasia o una tienda de campaña de Mongolia”, añadió la hermana Bingham. “Podemos decidir buscar lo bueno en los demás y en las circunstancias que nos rodean”.

Como discursante final, el Presidente Dieter F. Uchtdorf, segundo consejero de la Primera Presidencia, reflexionó sobre las mujeres que han influido más en su vida, incluyendo a su abuela, madre y esposa, al hablar del poder de la fe.

“Quizás lo que más me enternezca sea saber que esa misma influencia se repite millones de veces en toda la Iglesia por medio de las habilidades, talentos, inteligencia y testimonio de mujeres de fe como vosotras”, dijo el Presidente Uchtdorf.

“A veces, no es fácil desarrollar la fe en las cosas espirituales mientras se vive en un mundo físico. Pero vale la pena, porque el poder de la fe en nuestras vidas puede ser profundo”, dijo.

“La fe es confianza -- confianza en que Dios ve lo que no podemos ver nosotros y que sabe lo que nosotros no sabemos”, dijo el Presidente Uchtdorf, una lección que aprendió como piloto de un aerolínea cuando tenía que confiar en sus instrumentos y en el controlador de tráfico aéreo al volar entre una niebla o nubes espesas.

El Presidente Uchtdorf también contó la historia de misioneros persistentes que llamaron a la puerta de su esposa, Harriet, cuando era una jovencita que vivía en el piso superior de un edificio de cuatro plantas, en Frankfurt, Alemania. Vivía con su madre y su hermana tras la muerte de su padre. “A menudo he dado gracias porque ellos siguieron adelante – incluso hasta el cuarto piso, hasta la última puerta.”

Concluyó: “Dios recompensa a los que le buscan sinceramente, pero normalmente, esa recompensa noestá detrás de la primera puerta. Seguid llamando. No os rindáis. Buscad a Dios con todo vuestro corazón. Ejerced la fe. Caminad en rectitud.

Un coro compuesto por mujeres jóvenes de congregaciones de Ogden, Huntsville y Morgan, en Utah, proporcionó la música.

La sesión general de mujeres es la primera de las seis sesiones de la conferencia general. Se retransmitió en directo en muchos idiomas a capillas de los santos de los últimos días, por televisión, radio e internet.

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