La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días celebró el pasado 14 de marzo un devocional especial para mujeres en Madrid (España), con la presencia de la Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, Hermana Reyna L. Aburto, y la Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, Hermana Michelle D. Craig. Este evento fue transmitido para toda España y, además, estuvo presente en la web de la Iglesia durante unos días, para aumentar la difusión de sus mensajes.
Tras saludar a las asistentes al Devocional, la hermana Leticia Dos Santos Rudloff, asesora de las organizaciones del área, señaló el constante deseo de servir al Señor en cualquier circunstancia por parte de las dos intervinientes y expresó su deseo de “que podamos ser instruidas y reconocer el amor de Dios en nuestra vida”.
La Hermana Craig, como posteriormente la Hermana Aburto, utilizó el lema de las mujeres jóvenes, actualizado en 2019, como base de su intervención. Así recordó a las hermanas asistentes a este encuentro que, en un mundo ansioso por etiquetarlas, “las etiquetas más importantes son las que tienen que ver con la familia. Somos hijas, madres, hermanas… e hijas de Nuestro Padre Celestial, con una obra que hacer y un destino eterno. Es lo más importante para nosotras”.
En este sentido, la Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes expresó su deseo de que las mujeres sintieran el poder que tienen “como hijas de Dios de poder llegar a ser como Él es”. La hermana Craig reiteró, además, la importancia de esta identidad ya que “fuimos valientes en la vida preterrenal y podemos serlo en esta vida también”.
Por último, animó a las mujeres a hacer las cosas que Cristo pide “mediante su Gracia” y a participar como sus discípulas en la obra de Dios.
A continuación, la hermana Aburto recordó la necesidad de que las mujeres, jóvenes y adultas, aprendan quienes son. En sus palabras también subrayó la importancia del lema de las Mujeres Jóvenes que “encierra la doctrina de Cristo y lo que debemos hacer para salir triunfantes de la guerra entre el bien y el mal en este mundo”. Así, prosiguió, es esencial “distinguir entre estos dos polos y saber por qué estamos aquí”.
La Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro manifestó la relevancia que tiene conservar el testimonio, el amor a Dios y al prójimo. “Al ayudar a otras personas somos testigos de Dios porque nos damos cuenta del valor de su alma”. Haciendo referencia a los acontecimientos de actualidad en Europa, afirmó que será necesario ser testigo de Dios y cumplir el convenio de “llorar con los que lloran y consolar a los que necesitan consuelo”.
Para concluir, la hermana Aburto animó a las mujeres que escucharon sus palabras a “no dejar de creer y fortalecer su hogar y su familia guardando convenios sagrados”. De este modo, “si nos aferramos a nuestra fe, las promesas se cumplirán porque Nuestro Padre Celestial es un Dios justo”.