El sábado 12 de marzo arrancó en Madrid una serie de reuniones y devocionales en los que se han dado cita —y continuarán haciéndolo durante los próximos días— diversos grupos de miembros y líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en España.
En estos encuentros, presididos por el élder Rubén V. Alliaud, Segundo Consejero de la Presidencia del Área Europa, se dirigen también a nosotros la hermana Reyna I. Aburto, Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, y la hermana Michelle D. Craig, Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes.
Así pues, el centro de reuniones de la Manzana del Templo de Madrid acogió el día 12 de marzo un devocional para niños y jóvenes que dirigió el élder Hanni, Setenta de Área, y que comenzó con un hermoso coro de jóvenes de la Estaca Madrid Oeste que interpretaron el tema de la FSY [Para la Fortaleza de la Juventud, por sus siglas en inglés] de este año: Confiaremos en Él.
A continuación, la hermana Craig se centró precisamente en el lema de la FSY 2022, Confía en Jehová, y habló de las etiquetas que nos definen, y de que “las cosas más importantes de la vida tienen que ver con la familia y con nuestra identidad como hijos de Dios”. Ella hizo hincapié en que podemos confiar en Dios —y en su tiempo— con todo nuestro corazón. “Él nos conoce y nos ama. Ustedes han sido escogidos para venir en estos últimos días porque Él confía muchísimo en ustedes”.
Tal como el hermano de Jared, explicó la hermana Craig, que junto con su familia fue protegido en su camino hacia la tierra prometida porque había construido los barcos tal como el Señor le había indicado, “debemos estar dispuestos a hacer lo que Él nos pida; debemos escuchar al Espíritu Santo, quien siempre nos mostrará lo que debemos hacer, aunque sea difícil”.
Por último ella dio testimonio de que nuestro Padre Celestial y nuestro Salvador nos aman y tienen una paciencia perfeta e infinita hacia nosotros. A pesar de las dificultades, “hay paz en Jesucristo”.
Por su parte, la hermana Aburto incidió también en el lema de la FSY y, tras leer Proverbios 3:5−6, preguntó a los asistentes qué significaban esos versículos para ellos. El joven Gabriel explicó cómo se esfuerza él por confiar en el Señor a pesar de las tentaciones que le rodean en la escuela. La hermana Aburto señaló que “el mundo ofrece muchas cosas”, pero testificó que “si confiamos en Jehová, Él hará que nuestros caminos no sean tan tortuosos”.
A continuación la hermana Aburto invitó a la audiencia a reflexionar en por qué Dios permite que sucedan cosas malas. “A veces suceden cosas que no entendemos. Con el tiempo aprendí que cada uno de nosotros tiene el albedrío. Es un don que Dios no nos puede quitar. A veces las personas hacen mal uso de ese albedrío, por eso necesitamos confiar en Dios. Él va a estar en nuestros caminos y a enderezar nuestras veredas. Lo importante es que nos unamos y nos ayudemos los unos a los otros”.
Después ella compartió un video del presidente Nelson en el que nuestro profeta nos recuerda que “encontrar gozo verdadero es caminar siempre en Sus convenios” y que “la verdad pura d que ustedes son hijos de Dios les ayudará a afrontar cualquier desafío”. El presidente Nelson nos recordaba también en ese fragmento de video que “el Señor se valdrá de ustedes, los niños [y los jóvenes], para llevar a cabo Su gran obra”.
La pequeña Allyson expresó sus sentimientos de amor y de paz al escuchar las palabras del presidente Nelson, a lo que la hermana Aburto respondió: “La paz de Dios perdura y trasciende todo lo malo que hay en el mundo. Somos hijos de Dios”.
'Las cosas más importantes de la vida tienen que ver con la familia y con nuestra identidad como hijos de Dios'
Por último, el presidente Alliaud hizo mención del relato de Enoc y de la promesa que él recibió respecto a los últimos días: “… justicia enviaré desde los cielos; y la verdad haré brotar de la tierra” (Moisés 7:62). Es bien sabido que el Libro de Mormón es el cumplimiento de la profecía de que la verdad brotaría de la tierra, pero, preguntó, ¿cuál es la justicia que Dios enviaría desde los cielos? Entonces el presidente Alliaud respondió: “Esa justicia que Dios enviaría desde los cielos son ustedes, los justos; los niños y los jóvenes que fueron preservados para venir a la tierra en los últimos días. Todos nosotros tenemos un llamado profético. No es casualidad que ustedes estén donde están. Son el cumplimiento de esa profecía a Enoc”.
Para concluir, el presidente Alliaud hizo referencia a los tiempos peligrosos en los que vivimos y señaló que “Jesucristo no prometió la paz, sino Su paz. En la medida en que confiemos en Él y en Sus promesas, tendremos paz”.