“Los llamo a que redediquen su vida a Jesucristo. Los llamo a que ayuden a recoger al Israel disperso y a preparar al mundo para la Segunda Venida del Señor”. Este fue el mensaje dirigido a los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por el Presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, de cien años, en la Conferencia General de octubre de 2024 que se celebró en Salt Lake City, Utah.
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El presidente Nelson anunció también la construcción de diecisiete nuevos templos en todo el mundo, dos de ellos en Europa: en Dublín (Irlanda) y en Milán (Italia). El Templo de Dublín será el primer templo de Irlanda, país en el que viven unos cuatro mil Santos de los Últimos Días, que en la actualidad tienen que desplazarse a Inglaterra para adorar en el templo. El Templo de Milán, Italia, será la segunda Casa del Señor en ese país. El primero fue el histórico Templo de Roma, Italia, dedicado por el presidente Nelson en 2019. En Italia viven más de 28 000 Santos de los Últimos Días, repartidos en casi un centenar de congregaciones.
Además de los catorce templos que se encuentran en funcionamiento en Europa, en conferencias recientes se han anunciado ocho nuevos templos; en total, diez nuevos templos en este continente, que se enumeran a continuación:
Después de anunciar los nuevos templos, el presidente Nelson invitó a los oyentes en todo el mundo a dedicar tiempo cada semana a aumentar su comprensión de la Expiación de Jesucristo: “Vengan a Cristo y ‘ofr[ézcan]le [su]s almas enteras’”, declaró. “¡Ese es el secreto de una vida de gozo!”.
Las conferencias generales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se llevan a cabo en abril y en octubre cada año. En ellas, los líderes mundiales de la Iglesia se dirigen a los miembros y amigos de todo el mundo. Las cinco sesiones de la conferencia celebrada los días 5 y 6 de octubre de 2024 se retransmitieron en directo en setenta idiomas. En las grabaciones que estarán disponibles unos días más tarde se incluirán treinta lenguas más.
La presidenta Emily Belle Freeman, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, habló de la importancia de los convenios, o acuerdos sagrados entre Dios y las personas. “No solo [hacemos] promesas por convenio; debemos cumplirlas”. La presidenta Freeman nos recordó que los convenios nos permiten sentir el poder de Dios que surte efecto en nosotros: “Participar del pan y del agua es un recordatorio semanal de Su poder que obra en ustedes para ayudarlos a vencer. Usar el gárment del santo sacerdocio es un recordatorio diario del don de Su poder que obra en ustedes para ayudarlos a alcanzar su potencial”.
“Cuando veo a personas que muestran amor cristiano las unas por las otras, siento como si ese amor contuviera más que solo su amor; es un amor que también tiene divinidad en sí”, enseñó el élder Karl D. Hirst, un Setenta Autoridad General recién llamado, originario de Lancashire (Inglaterra). El élder Hirst reconoció que, por muchas razones, quizás tengamos dificultades para sentir el amor de Dios, y nos invitó a “experimentar —pacientemente— con diferentes maneras de expresar y recibir el amor divino”. Y a quienes sí sienten el amor de Dios, los invitó a “aferrarse a eso con la misma eficacia con la que un colador retiene el agua. Salpíquenlo doquiera que vayan”.
El élder Patrick Kearon, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles y originario de Carlisle (Inglaterra), dijo: “Somos miembros de la Iglesia de Jesucristo. Somos miembros de la Iglesia de gozo”. También habló de que adorar con intención puede dar lugar a una experiencia de gozo en la Iglesia: “Si todavía no han descubierto ese gozo, embárquense en su búsqueda. Esta es una invitación a recibir el don de la paz, de la luz y del gozo del Salvador; para deleitarse en ello, maravillarse y regocijarse por ello cada día de reposo”.
La Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, la hermana Kristin M. Yee, habló de una ocasión en la que se sintió inspirada a pintar un retrato del Salvador. Después de terminar la imagen, la manchó de pintura y sintió que había destruido lo que Dios la había ayudado a hacer. Oró durante toda la noche para recibir ayuda y, a la mañana siguiente, el retrato se veía mejor que antes. Al igual que el Salvador la ayudó a reparar su cuadro, que parecía irreparable, Él nos puede ayudar a todos a superar los errores y arrepentirnos: “Tal como con mi cuadro, el Señor no termina con nosotros cuando cometemos errores, ni huye cuando flaqueamos. Nuestra necesidad de sanación y ayuda no es una carga para Él, sino la razón misma por la que vino”.
El élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló de la próxima década e hizo hincapié en que tendrán lugar muchos programas de puertas abiertas de templos, el bicentenario de la organización de la Iglesia en 2030 y los Juegos Olímpicos de Invierno de 2034, que se celebrarán en Salt Lake City, Utah. “Estos momentos futuros darán a los miembros de la Iglesia, en todas partes, más oportunidades de compartir las alegres nuevas del Evangelio de Jesucristo en palabra y en obra”. Animó a los jóvenes y los jóvenes adultos a participar en cuatro responsabilidades divinamente señaladas: vivir el Evangelio de Jesucristo, cuidar de los necesitados, invitar a todos a recibir el Evangelio y unir a las familias por la eternidad. “Al entrar en esta próxima década de momentos inauditos, ruego que compartamos las alegres nuevas por medio de las actividades simples de vivir, cuidar, invitar y unir”.
“Jesucristo y Su sacrificio expiatorio son la raíz de nuestro testimonio, y todo lo demás son ramas”, dijo el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, originario de Alemania. Recalcó la importancia de que nos centremos en el Salvador cuando busquemos un testimonio del Libro de Mormón, del templo o de cualquier aspecto del Evangelio. “Si desean que las ramas de su testimonio crezcan y den fruto, nutran las raíces”. Y nos animó así: “Nuestro testimonio será puesto a prueba. La fe no es fe si nunca se pone a prueba; la fe no es firme si nunca afronta oposición, así que no desesperen si tienen pruebas de fe o preguntas sin respuesta”.
El élder Rubén V. Alliaud, Setenta Autoridad General y presidente del Área Europa Central de la Iglesia, habló de nuestra naturaleza como hijos de Dios. “Muchas personas creen que somos hijos de Dios. […] Para los Santos de los Últimos Días, esta enseñanza no es metafórica. Más bien, creemos verdaderamente que todos somos literalmente hijos de Dios”. También afirmó que “cada vez que hablamos de la naturaleza de Dios, de algún modo hablamos también de nuestra propia naturaleza”.
El Centro de Conferencias de Salt Lake City estaba prácticamente lleno. Para la Conferencia General de octubre de 2024 no se aplicaron restricciones de aforo, por primera vez desde la conferencia de abril de 2020, que se transmitió solamente en formato digital, desde un pequeño auditorio de la Manzana del Templo, debido a la pandemia del COVID-19.
La música de la conferencia corrió a cargo de varios coros, incluido el Coro del Tabernáculo, famoso en todo el mundo, que contó con cinco nuevos participantes provenientes de países europeos, entre ellos, Austria, Alemania, Francia y España.
Durante la sesión final de la conferencia, el presidente Russell M. Nelson anunció que está previsto que las obras de renovación del histórico Templo de Salt Lake City y la Manzana del Templo, que empezaron hace cinco años, finalicen a finales de 2026.