El lunes 16 de octubre de 2023, el Día Mundial de la Alimentación conmemoró el aniversario de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en 1945. Este año, el lema era “El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se sumó a este día recordando la labor humanitaria que ha llevado a cabo en toda Europa este último año.
En mayo, Bedri Mokreri, un miembro local de la Iglesia y maestro de escuela, y los misioneros de ayuda humanitaria coordinaron su labor con el distrito local de Proptisht, en Albania, para proporcionar un nuevo sistema de distribución de agua a la escuela secundaria de la zona, que también se utiliza como centro comunitario.
Además de ayudar a cavar zanjas para las nuevas tuberías, la Iglesia trabajó con el municipio en la mejora de las instalaciones de agua e higiene para la comunidad y la escuela de Proptisht, donde las antiguas instalaciones sanitarias se habían vuelto inadecuadas y parcialmente inoperantes. Los misioneros de ayuda humanitaria también colaboraron con programas de desarrollo social para garantizar que se cumplan los requisitos legales y que todos los fondos se destinen a los fines previstos. El teniente de alcalde de Proptisht se mostró muy agradecido por las donaciones de la Iglesia para ayudar a las localidades remotas.
Como parte de los continuos esfuerzos tras el desastroso terremoto que asoló Turquía a principios de año, el suministro de agua potable limpia a las zonas afectadas ha sido una de las prioridades. Poco después del seísmo, el Gobierno, organizaciones no gubernamentales internacionales y donantes privados suministraron agua potable. Sin embargo, la masiva destrucción de las infraestructuras fue tan grande que el Gobierno no pudo reemplazar los conductos de agua dañados con la rapidez suficiente para suministrar la cantidad necesaria de agua potable limpia.
La Iglesia, en colaboración con la Autoridad para la Gestión de Emergencias y Desastres (AFAD, por sus siglas en inglés), consiguió y distribuyó a las personas afectadas más de cinco millones de botellas de agua de un litro y medio. Esto supuso más de 290 cargas de camiones en el transcurso de los dos primeros meses. Los artículos de primera necesidad bendicen a los más necesitados para que nadie se quede atrás. El agua embotellada fue la respuesta inmediata para hacer frente al catastrófico número de personas que se quedaron sin hogar, sin comida y sin agua. Obtenga más información sobre las contribuciones humanitarias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tras el terremoto de Turquía aquí.
En colaboración con la organización no gubernamental Asociación Hogar El Buen Samaritano, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ayuda a proporcionar alimentos saludables y asistencia en materia de higiene a estos refugiados e inmigrantes sin hogar en Cartagena, España. Para el Gobierno español y las organizaciones no gubernamentales es un desafío constante atender las necesidades de estas personas mientras tratan de integrarse en la sociedad española. Esta ONG ayuda a estas personas proporcionándoles alimentos básicos, a menudo alimentando a niños desnutridos, y también ayuda con habilidades para el empleo y la búsqueda de oportunidades laborales, así como con cursos de idiomas y formación. En la actualidad, cada semana, la ONG proporciona alimentos para una semana a unas 250 personas, incluidos refugiados ucranianos. Sus esfuerzos cuentan con el firme apoyo de los líderes y miembros locales de la Iglesia en Cartagena.
En Serbia, la Iglesia ha estado trabajando con la ONG Ana and Vlade DIVAC Foundation para proporcionar proyectos de invernaderos y capacitación a las familias locales con el fin de que su temporada de cultivo se alargue y puedan cultivar huertos para alimentar a sus familias durante más tiempo. La mayor parte de la población, sobre todo en el sur de Serbia, vive de la tierra que poseían sus padres y abuelos. Al ser la agricultura su modo de vida, los invernaderos les permiten contar con más seguridad alimentaria. El excedente de producción también puede venderse para generar ingresos adicionales. Estos invernaderos ciertamente están cambiando la vida de los serbios. La Iglesia está entusiasmada por formar parte de esta labor con la celebración del primero de tres invernaderos en Serbia este año, con la esperanza de que haya muchos más en el futuro.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días continúa ampliando el alcance de su labor humanitaria, así como otras iniciativas mundiales. Puede obtener más información sobre lo que la Iglesia ha hecho en todo el mundo durante este último año viendo el Informe Mundial de octubre de 2023