Mezclaremos 18 idiomas repartidos en nueve ubicaciones en seis
países europeos, más de 3.200 jóvenes entre 14 y 18 años asistirán
a conferencias centradas en Especialmente para la Juventud (EFY).
Un programa de cinco días completos que empieza un lunes por la
mañana y termina un sábado por la mañana brindará a los
participantes oportunidades de aprender y de entablar nuevas
amistades a través de la asistencia conjunta a clases, talleres y
devocionales vespertinos especiales.
EFY es un programa para jóvenes cuyo objetivo es alentar, ayudar y
guiar a los participantes en sus esfuerzos por descubrir más sobre
sí mismos y sus relaciones con los demás. Hace hincapié en la
invitación de afirmar y aplicar enseñanzas cristianas a su diario
vivir. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
(los mormones) es la organización que patrocina esta actividad a la
que se invita tanto a jóvenes miembros de la Iglesia como a sus
amigos de cualquier religión.
Desde Inglaterra hasta Finlandia, Alemania o Albania, estos jóvenes
europeos se sumarán a otros 50.000 jóvenes en todo el mundo que
este verano participan en programas EFY. Durante una semana
intensa, jóvenes de diferentes culturas podrán enfocarse en su
crecimiento personal y en prestar servicio a sus semejantes.
Parafraseando a un líder experimentado, estos jóvenes gozarán de un
“desarrollo físico, intelectual, social y espiritual”.
Están invitados a asistir a la EFY los jóvenes de los siguientes
países (en algunos casos sólo parte del país): Albania, Bélgica,
Bosnia, Alemania, Inglaterra, Finlandia, Francia, Grecia, Islandia,
Irlanda, Kosovo, Croacia, Malta, Moldavia, Irlanda del Norte,
Austria, Polonia, Rumanía, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia, España,
Escocia, Suiza, República Checa y Chipre.
Entre los momentos cumbre de la semana se cuenta el participar en
proyectos de servicio para ayudar a otras personas, programas de
variedades, bailes, programas musicales y sesiones formales de
enseñanza. Las tardes se pasarán agrupadas en “familias” para
intercambiar sentimientos, conceptos aprendidos y entablar
amistades nuevas y, en muchos casos, internacionales. La
supervisión principal de las sesiones recae principalmente en
consejeros jóvenes de entre 20 y 30 años que sean buenos ejemplos
para los más jóvenes. Todas las sesiones están a cargo de
instructores adultos.
Numerosos jóvenes compartieron haber asistido no sólo a una
conferencia, sino que regresaron a sus casas con metas que les
harán ser más felices en la vida, pues decidieron cambiar a fin de
ser más como Cristo. Una jovencita de 15 años dijo: “Me di cuenta
de cuánto bien deseaba hacer a mi alrededor; quiero prestar
servicio a la gente. Sé que, con la ayuda de Dios, todo es posible.
EFY me dio el valor para ser fuerte. Pasé por una etapa de dudas y
falta de confianza, pero EFY disipó todo eso. Deseo mostrarle a mi
familia, a mi madre y a mis amigos cuán agradecida estoy por ellos.
Gracias a EFY quiero vivir y ser el tipo de persona que Dios espera
de mí”.
La semana de la conferencia rebosa de actividades de servicio en
las que se recalca el principio de dar de nuestro tiempo y
esfuerzos para ayudar a otras personas. Jóvenes franceses se
reunieron para preparar 130 mantas [frazadas] de bebé que luego
entregaron al Departamento de Neonatos del hospital Chauny.
Durante la ceremonia de entrega, el director del centro resaltó que
las restricciones presupuestarias del Gobierno habían generado
muchas necesidades, en especial en el Departamento de Bebés
Prematuros, y entonces expresó su “profunda gratitud por este
regalo”.
Los jóvenes prepararon 130 mantas de bebé para la clínica de urgencias de Chauny, Francia
Cuando se le preguntó por qué la Iglesia tiene la necesidad de patrocinar este tipo de programas para sus jóvenes y para jóvenes de otras religiones, Christian Fingerle, un líder regional de la Iglesia, declaró: “Los jóvenes quieren saber por qué se espera que hagan ciertas cosas o por qué deben refrenarse de ciertos modelos de conducta. Esta actitud inquisitiva encaja a la perfección en EFY”.EFY da una calurosa bienvenida a los jóvenes de cualquier denominación y les brinda oportunidades prácticas y divertidas de aprender a tomar decisiones firmes y correctas, y a influir en sus amistades para que también hagan lo propio. A veces este entorno tan diverso, polígloto y multicultural puede parecer un tanto “babélico”, pero los resultados son innegables. Una jovencita de 15 años resumió su experiencia con estas palabras: “No soy miembro de la Iglesia, pero quiero agradecerle a mi amiga Jade el haberme invitado a EFY pues ha sido una experiencia muy especial para mí. Sé que Dios nos ama; lo sentí durante las actividades, las lecciones, las charlas fogoneras, el programa musical y a través de los líderes de EFY”.
Al observar a su hija adolescente tras regresar de una conferencia EFY se oyó decir a un padre: “¡EFY es una institución fantástica; esperamos de todo corazón que siga a delante y que muchos más jóvenes tengan ocasión de participar!”.
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