Nota de prensa

Delegación de la Iglesia asiste a Conferencia Internacional sobre “Libertad religiosa en sociedades democráticas”

En esta Conferencia de Córdoba-- llevada a cabo por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ministerio de Justicia y el Ministerio del Interior de España, y co-patrocinada por la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas-- estuvieron presentes alrededor de 120 líderes de gobiernos europeos, líderes religiosos, educadores y representantes de la sociedad y de los medios de comunicación.  

Tras una sesión plenaria sobre el tema “¿Deberían volver a pensar en cuanto al pluralismo religioso las democracias?”, se llevaron a cabo cuatro paneles simultáneos. Se invitó al élder Kopischke y a Frerich Goerts a participar y dar discursos en dos paneles con los siguientes temas: “El papel de líderes religiosos en la promoción de una cultura de paz” y “Pluralismo religioso en sociedades democráticas”.

El élder Kopischke dijo lo siguiente en cuanto a la discriminación y la tolerancia religiosa: “La historia de la Iglesia, comúnmente conocida como ‘Mormona’ está en una situación fluctuante entre dos polos opuestos: la fuerte persecución y la admirable aceptación de sus miembros… El casi medio millón de miembros de la Iglesia en Europa valora el respeto que se les presta y la libertad de religión y de creencias que generalmente protege la constitución. Asimismo ellos a su vez intentan tratar con respeto a las personas de otros credos o sin creencia alguna…

Sin embargo, en ocasiones, las dificultades de las relaciones humanas son causadas hasta el día de hoy en las sociedades Europeas debido al uso generalizado de apelativos al nombrar a las iglesias minoritarias de manera cotidiana y en los medios de comunicación. En particular, expresiones como “secta” o “culto”, “tienden a distorsionar, por su efecto estereotípico, el postulado periodístico de la separación entre noticia y opinión”1 y a establecer reservas y prejuicios. Se critica rápidamente a las comunidades religiosas cuyos partidarios viven guiados por reglas específicas de manera sistemática. Los científicos políticos alemanes Uwe Backes y Eckhard Jesse comentan al respecto: “Todo esto les puede parecer altamente ‘sospechoso’ al feliz y desinteresado consumidor moderno, pero la decisión de comportarse de manera ‘diferente’, vivir de manera ‘diferente’ y pensar de manera ‘diferente’ está al alcance de la persona en sí, en una sociedad libre, siempre y cuando la persona no viole los derechos de otros. La historia del monacato cristiano muestra que las comunidades pequeñas y cerradas pueden ser una fuente de inspiración y son capaces de enriquecer a estas sociedades en maneras numerosas”2.

Con estos antecedentes históricos y sociales respaldándome, estoy aquí como alguien que se ha visto personalmente afectado por ello. Para mí, la discusión del tema de la tolerancia religiosa es más que el ejercicio académico obligatorio; está ligado con la comprensión personal del sentido de la vida y de la libertad de adorar a Dios conforme a los dictados de mi propia conciencia. Por esa razón, no puedo evitar defenderlo con pasión.

El undécimo artículo de los trece Artículos de Fe que encierran las enseñanzas fundamentales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días declara: “Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde o lo que deseen”3.

Este principio de fe formulado en 1842 podría servir incluso hoy en día como guía en cuanto a las interacciones pacíficas entre religiones. Reivindica no sólo la libertad de uno mismo de adorar a Dios, sino que concede específicamente el mismo derecho a todas las personas. Incluso voy un poco más allá para decir que es nuestra responsabilidad como cristianos y ciudadanos proteger y apoyar activamente a otros en su libertad.

Defender los derechos de los demás es un mandamiento y un desafío para todos. Nunca debemos olvidar que vivimos en un mundo de amplia diversidad. Las religiones del mundo, incluso las confesiones cristianas entre ellas mismas, pueden diferir en cuanto a la enseñanza y a las prácticas religiosas. Pero eso no debe llevarnos a la enemistad o llevarnos a pensar que somos más santos o mejores que otros4.

Para mí está claro que allá donde florezca la libertad religiosa, le seguirán la democracia y el bienestar económico. Cuando se limitan dichas libertades, por la razón que sea, la democracia desaparece y surgen los conflictos.

Como gente de fe, debemos mantenernos unidos para reclamar la libertad de religión constitucional, institucional y social”.

En el Artículo decimoséptimo del Tratado de Lisboa en el que se declara que el estado de las iglesias y las asociaciones o comunidades religiosas se respeta bajo la ley nacional de cada estado miembro de la UE, y en el tercer párrafo la UE asume el compromiso de mantener un diálogo abierto, transparente y regular con estas iglesias. La Conferencia de Córdoba tuvo como objetivo contribuir a este marco para el diálogo con la participación de los anteriormente mencionados líderes de opinión.
 
La meta principal de la conferencia fue tratar la libertad religiosa en sociedades democráticas en que la democracia y el estado de derecho ofrecen el marco ideal en el cual ejercer la libertad de religión y la conciencia, para ejercitar la fe y el pluralismo de credos. La Conferencia de Córdoba fue una ocasión que tuvo como objetivo ofrecer resultados específicos que se puedan aplicar a las iniciativas y los proyectos de la UE en cuatro áreas prioritarias: educación, juventud, medios de comunicación y migración.

Los resultados de la Conferencia de Córdoba se presentarán del 27 al 29 de mayo de 2010 en Río de Janeiro en la conferencia de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas. Se reunirá en Rio de Janeiro una poderosa red de más de 2.000 líderes políticos y empresariales, activistas de sociedades civiles, jóvenes, periodistas, fundaciones, y líderes religiosos con el fin de llegar a un acuerdo y actuar conjuntamente para mejorar las relaciones entre culturas y edificar las condiciones pacíficas a largo plazo.

Sesión Plenaria, en la que participa Juan Fernando López Aguilar, presidente del Comité del Parlamento Europeo de libertades civiles, Justicia y Asuntos Internos

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Referencias

1 Patrick Warto, “Schlag”-wort Sekte, 2008, pág. 25.
2 Uwe Backes/Eckhard Jesse, Vergleichende Extremismusforschung, 2005, pág. 375.
3 Undécimo Artículo de Fe de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
4 Véase Gordon B. Hinckley, “La obra sigue adelante”, Conferencia General, abril de 1999.

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