SALT LAKE CITY 30 de agosto de 2010. Se espera que una serie
de reuniones al más alto nivel entre La Iglesia de Jesucristo de
los Santos de los Últimos Días (los mormones) y un funcionario de
la República Popular de China desemboquen en la “regularización” de
las actividades de la Iglesia en ese país. Un comunicado de la
Primera Presidencia de la Iglesia hecho público hoy informa de que
un importante funcionario de la República Popular de China —el
representante de mayor rango enviado hasta ahora por Pekín para
reunirse con líderes de la Iglesia— se ha reunido con la Primera
Presidencia. La reunión, llevada a cabo en el Edificio de la
Administración de la Iglesia en Salt Lake City el martes 24 de
agosto, es una continuación de las ya realizadas en febrero y mayo
en Pekín. A ella, y a petición de la Primera Presidencia,
asistieron el élder Dallin H. Oaks, Apóstol de la Iglesia, y el
élder Donald L. Hallstrom, responsable de la supervisión de la
Iglesia en Asia. La iniciativa para estas reuniones partió del
representante chino. Los élderes Oaks y Hallstrom representan a dos
de los consejos de mayor responsabilidad en la Iglesia: el élder
Oaks a los Doce Apóstoles y el élder Hallstrom a la Presidencia de
los Setenta. “Es importante entender lo que significa y lo que no
significa la palabra regularizar”, indicó Michael Otterson,
portavoz de la Iglesia. “En modo alguno quiere decir que se
anticipe el envío de misioneros a China. Este tema ni siquiera se
está considerando.
“La Iglesia aprecia profundamente la cortesía de los líderes chinos
al abrir una puerta que permita una mejor definición del
procedimiento a seguir por la Iglesia y sus miembros en sus
actividades cotidianas, todo ello de conformidad con las leyes del
país.” Otterson añadió que aún quedan muchos detalles por aclarar
en conversaciones futuras con los funcionarios chinos, pero que los
resultados actuales son el fruto de 30 años edificando una
confianza mutua con China. “Se han familiarizado mucho con nosotros
gracias a los numerosos contactos que hemos mantenido y al ver
nuestra manera de actuar y la de nuestros miembros en China. Saben
que somos gente de palabra en el respeto a la legislación y a las
expectativas culturales chinas”, añadió. El comunicado breve y
formal de la Primera Presidencia dice que sus integrantes, así como
otros líderes de mayor responsabilidad de la Iglesia radicados en
Salt Lake City, “han mantenido conversaciones con un alto oficial
de la República Popular de China procedente de Pekín y han
establecido una relación que esperamos conduzca a la regularización
de las actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días en China”. Otterson dijo que, dada la importancia de
comprender y acatar las diversas leyes chinas, así como la
necesidad de proseguir con las labores de cooperación, por el
momento la Iglesia no tiene pensado efectuar más declaraciones al
respecto.
“Al término de la reunión en Salt Lake City, se acordó que sería
apropiado hacer pública esta información”, puntualizó
Otterson.
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