El pasado 28 de Diciembre de 2009, el Comité Cristiano de
Solidaridad Monseñor Oscar Romero de Aragón, con motivo del Día de
los Inocentes, convocó en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza, a
las 18,45 horas un acto conmemorativo personal a favor de aquellos
que luchan por conseguir un mundo mejor. Sergio Flores
fue uno de los homenajados y se le invitó a a compartir sus logros
y experiencia desde una perspectiva humanística cristiana.
“Qué maravillosa bendición supone el encontrar una persona su
sitio en la vida” y yo lo encontré en esta tierra noble y generosa
de Aragón, España hace 35 años, cuando la barra de pan y el tranvía
costaban 4 pesetas” así comenzó su intervención el
galardonado y continuó diciendo: ”Dios nos bendice por medio de
otras personas” y que estaba muy agradecido porque Él puso en su
jornada terrenal a personas que le ayudaron y citó a tres
destacados aragoneses para retroceder después en el tiempo de su
niñez, en su país, El Salvador en su ciudad natal de San
Miguel, y relató la experiencia inolvidable con Monseñor
Romero cuando le impuso la Banda de Excelencia, en la clausura del
curso escolar, y le susurró al oído:” Así como has destacado
hoy, destaca siempre toda tu vida” desde ese momento
sintió que fue un llamado a la acción y a la superación, y que
debía de convertirse en el protagonista de su propia vida y de
buscar la excelencia en todos sus hechos. El momento más emotivo
del acto fue cuando Sergio Flores, mostró al público la
citada presea y afirmó que la guardaba como “oro en paño” y que era
como una reliquia, al pensar que el “salvadoreño más universal”,
conocido ahora como “San Romero de América” la tuvo en sus manos,
hace ya casi 50 años.
También se refirió a otro personaje que había influido grandemente
en su vida: el profeta José Smith, fundador y primer
presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días, quien en el momento de su martirio murió invocando el nombre
de Dios. Enfatizó que era miembro de esta Iglesia Cristiana desde
hace más de 30 años junto con su esposa e hijos y añadió que era
conocida también como “Iglesia Mormona” por su creencia en el Libro
de Mormón, otro Testamento de Jesucristo, volumen sagrado compañero
de la Biblia.
Para concluir recalcó: “Pero el mayor de todos y el número uno en
mi lista es Jesucristo, quien dio su vida por todos nosotros. Él es
nuestro Salvador y Redentor, el Hijo Amado de nuestro Padre
Celestial. Mi vida está centrada en Sus enseñanzas y procuro seguir
Su ejemplo, pues Él “anduvo haciendo bienes” (Hechos 10:38) y como
enseñó ese gran apóstol misionero de la fe cristiana San Pablo:”
Porque en Él vivimos y nos movemos y somos. (Hechos 17:28).
El acto que contó con una nutrida concurrencia estuvo presidido por
Montse Alavedra, presidenta del Comité Cristiano de Solidaridad
Monseñor Romero y fue dirigido por José Ángel Urgel Escolán. Entre
los homenajeados se encontraban también, Pedro Casaldáliga,
obispo emérito de Sao Felix de Araguaia, Brasil y José Manuel Mara
Ros. Finalizó el evento el cantautor salvadoreño Chamba Aguilar
Payes quién deleitó a los asistentes con sus canciones.
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