Yátova 2011

A pesar del calor que nos acompañaba durante esos días, 112 miembros llegados desde distintas unidades -incluida la Rama de Benidorm, que se encuentra a más de 150 Km de distancia de Yátova- no se quisieron perder esta oportunidad de prestar servicio a nuestros vecinos y de dar testimonio del Evangelio Restaurado mediante el ejemplo.

Los miembros llegaron pasadas las 9 de la mañana a Yátova en 2 autobuses procedentes de Castellón y de Benidorm donde esperaban los concejales del Ayuntamiento.

Después de la oración, los concejales del Ayuntamiento nos asignaron distintas zonas del municipio para efectuar labores de limpieza y pintura.

Es de destacar el gran compromiso de los miembros con la actividad pues no solo se realizaron las tareas previstas por el Ayuntamiento sino que incluso se hicieron más.

Así, por ejemplo, nos gustaría mencionar el gran ejemplo dado por los miembros del Barrio de Castellón que a petición del Presidente de su Quórum de Elderes, el hermano José María Marín, al finalizar las tareas que tenían asignadas solicitaron poder limpiar también el cementerio del pueblo, cosa que hicieron ante el asombro de los responsables del ayuntamiento.

Fueron alrededor de 400 horas de servicio las que los miembros donaron generosamente a este bonito municipio y sobre las 13:00 horas, después de finalizar las distintas tareas, el Ayuntamiento nos obsequió con un almuerzo en el nuevo Centro de la Mujer de esa localidad.

Después del almuerzo los miembros regresamos a nuestras distintas unidades, no sin antes recibir sinceras muestras de agradecimiento por parte de las autoridades municipales.

Nos han comunicado que nos esperan el año que viene e incluso nos han ofrecido poder disfrutar de una zona de acampada que hay junto a un río para que después del servicio los miembros podamos descansar y disfrutar de una agradable y refrescante tarde.

Asimismo nos han informado que la alcaldesa de una población cercana a Yátova, desea colaborar con nosotros para que también acudamos a esa localidad.

Es siempre un privilegio y un motivo de gran agradecimiento el poder participar en actividades de servicio, inspirados por el amor al Señor, con el deseo de seguir Su ejemplo, y el amor a nuestro prójimo.