Nota de prensa

Comisión de la Unión Europea invita a un líder mormón a reunión de alto nivel con líderes  religiosos

El élder Patrick Kearon, de la Presidencia del Área Europa de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se unió a un grupo de catorce altos representantes de otras religiones, entre ellos cristianos, musulmanes, judíos, budistas e hinduistas, para analizar los desafíos que confrontan las sociedades europeas ante el aumento del antisemitismo y el odio al islamismo.

Frans Timmermans, primer vicepresidente de la Comisión Europea, presidió la reunión de alto nivel de este año, junto con Antonio Tajani, vicepresidente del Parlamento Europeo, como vicepresidente.

Durante el debate, los líderes religiosos compartieron sus puntos de vista y sugerencias sobre cómo abordar los problemas de radicalización y discriminación. El élder Kearon subrayó la importancia de ofrecer a los jóvenes “una causa y una visión”. Él dijo: “Muchos jóvenes carecen de una causa y una visión que les ayude a tomar decisiones correctas en sus vidas. Como líderes religiosos, tenemos la responsabilidad primordial, mediante nuestro liderazgo, de equiparlos con valores y principios con los que se puedan identificar y a los que puedan adherirse. También debemos brindarles oportunidades de servirse unos a otros, tanto dentro como fuera de nuestras comunidades religiosas”.

En una época en que las voces religiosas parecen haber sido desplazadas de la escena pública, el élder Kearon mencionó también “la importancia de que las iglesias se apoyen mutuamente cuando alguna de ellas es marginada”.

Previamente, Frans Timmermans había dado comienzo a la reunión, diciendo: “Este diálogo nunca ha revestido una mayor importancia. Nuestras sociedades afrontan desafíos fundamentales, y las iglesias y las religiones forman parte de los actores que desempeñan una función importante en la promoción de la cohesión social y en la labor de conciliar las diferencias. Los líderes que se encuentran hoy aquí son socios de la Comisión europea al compartir sus experiencias en la lucha contra el fundamentalismo y la discriminación, y al edificar la confianza y el entendimiento mutuos”.

Antonio Tajani añadió: “Solo podremos vencer al radicalismo y al fundamentalismo si permanecemos unidos. El diálogo entre las religiones es crucial para defender los valores de nuestras sociedades. Las instituciones europeas deberían fomentar este diálogo no solo a nivel de los líderes religiosos y los expertos en teología, sino que se debe involucrar a los jóvenes. Necesitamos invertir más en el futuro de nuestra juventud y no solo en la economía. Precisamos de políticas que fomenten valores claves tales como la paz, la solidaridad y el respeto por la dignidad humana entre las generaciones y sociedades futuras”.

La reunión sirvió de importante foro para analizar las relaciones, la integración y la cohesión social de la Comunidad. Las conclusiones de los análisis se llevarán al Primer Coloquio Anual de Derechos Fundamentales que se celebrará en Bruselas, el próximo  mes de octubre, sobre el tema: “Tolerancia y respeto: prevenir y combatir el antisemitismo y el odio al islamismo”.

“La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fue honrada con la invitación a formar parte de este diálogo y felicita a la Comisión Europea por sus esfuerzos para relacionarse con las comunidades religiosas con el fin de mejorar la vida de todos los pueblos de Europa. Es un reconocimiento de la contribución particular y las perspectivas singulares que las iglesias pueden aportar para el bien común”, dijo el élder Kearon después del evento.

Desde el Tratado de Lisboa de 2009, se ha consagrado en el Derecho primario (Art. 17, TFEU) el diálogo abierto, transparente y constante con las iglesias y las comunidades religiosas, así como con las organizaciones filosóficas y no confesionales.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, una religión cristiana con medio millón de miembros en Europa, recientemente estableció su oficina de la Unión Europea en Bruselas. Con el objeto de servir mejor a la comunidad europea, la Iglesia procura cooperar con organismos políticos e institucionales, así como establecer contacto con ONG internacionales, organizaciones religiosas y la sociedad civil.

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