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El Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre desde 2003, pretende crear conciencia de las causas y la prevención del comportamiento suicida. El suicidio y los intentos de suicidio son un problema de salud importante en todo el mundo. Más de 800.000 personas se suicidan cada año y hay al menos 20 veces más intentos de suicidio.
La mayoría de las principales religiones del mundo consideran que el suicidio es un grave error porque creen que la vida es un don de Dios y el suicidio interrumpe esa vida. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reconoce el problema, pero enseña que el suicidio es demasiado complejo como para que los hombres juzguen a la persona que ha fallecido por él. En este punto, el Manual de Instrucciones de la Iglesia es explícitamente claro: “. . . una persona que comete suicidio quizás no sea responsable de sus propios actos. Solo Dios puede juzgar en este asunto”.
“La mayoría de las personas que intentan suicidarse no quieren morir; simplemente quieren alivio del dolor físico, mental, emocional o espiritual por el que están pasando”. (https://www.lds.org/youth/article/understanding-suicide?lang=spa). Los problemas de un individuo pueden parecer tan terribles e irresolubles que él o ella vean la muerte como el único remedio.
La tragedia del suicidio es que no destruye una sola vida, sino que, además, ocasiona un terrible dolor y culpabilidad en los amigos y familiares que deja atrás. Cristo está listo para consolar y sanar las almas de aquellos que creen erróneamente que son responsables o que quizás podrían haber impedido el suicidio. La Iglesia invita a los seres queridos a recordar este versículo en Juan 14:27: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ofrece esperanza y visión para aquellos que piensan en el suicidio, consejos y recursos para los que tratan de ayudarlos, y consuelo para aquellos que están pasando por el duelo después de un suicidio. Enseña que Dios entiende las complejidades y pruebas que nos afectan como parte de la mortalidad; el suicidio no define la existencia completa de una persona.
La Iglesia ha creado muchos recursos para explicar y prevenir el suicidio y para consolar a los que han perdido a un ser querido a causa del suicidio. Para acceder a todos los vídeos y recursos, visite suicide.lds.org.