Mientras se encontraba emplazado en las afueras de Alaska con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en el año 1987, Frank Santiago, que ahora vive en Provo, Utah, averiguó los detalles doctrinales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y decidió bautizarse. Uno de esos detalles fundamentales fue el gran interés en la familia, así que Frank tomó la determinación de que implementaría esa doctrina en su futura familia.
Después de cumplir su servicio militar, Frank salió de Nueva York, su ciudad natal, y se matriculó en la Universidad Brigham Young de Provo, Utah, se casó con Ella Castagno de Erda, Utah, y llegó a ser padre de siete hijos, cinco niños y luego dos niñas. “Sentía una gran interés por esa responsabilidad familiar”, indicó Frank. “Siempre quise que mis hijos supieran que el Evangelio era lo más importante en mi vida y que haría todo lo que pudiera con tal de ayudarles a cultivar su propia creencia en Dios”.
La familia Santiago y otros millones de miembros de la Iglesia hicieron un esfuerzo similar, haciendo ajustes en horarios y en otros compromisos a fin de acatar el consejo que se ha reiterado durante 100 años de llevar a cabo la noche de hogar con regularidad. Esa reunión familiar semanal, que ahora se insta a realizar los lunes por la noche, es practicada por los miembros de la Iglesia en todo el mundo y sigue la instrucción que dieron los líderes de la Iglesia hace un siglo.
En una época en que el ritmo de la sociedad era más lento y una gran parte de la población de Estados Unidos vivía en zonas rurales, el presidente Joseph F. Smith (1838–1918) aconsejó solemnemente a todos los miembros en abril de 1915 a “comenzar a llevar a cabo una ‘noche de hogar’, durante la cual padres y madres reunieran a sus hijos e hijas, y les enseñaran la palabra del Señor”.
Los líderes que le siguieron fomentaron la práctica, pero no fue hasta 1965, unos 50 años después, cuando el número de miembros de la Iglesia había aumentado de forma significativa en todo el mundo, que el presidente David O. McKay (1873-1970) alentó a los padres a apartar de forma constante una noche a la semana como noche familiar y proporcionó un manual con de fin de respaldar esa práctica. En 1970, el presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972) designó el lunes por la noche para llevar a cabo la noche de hogar semanal y señaló que ninguna otra actividad de la Iglesia debía entrar en conflicto con ella.
El presidente McKay, al hacer un renovado hincapié en la noche de hogar, hizo la promesa de que los que llevaran a cabo esa responsabilidad recibirían “grandes bendiciones”. Las lecciones de la noche de hogar han permitido que los integrantes de las familias se acerquen más el uno al otro y han llevado paz y armonía a muchos hogares.
El actual presidente de la Iglesia, Thomas S. Monson coincidió. “No nos podemos dar el lujo de desatender ese programa que ha sido divinamente inspirado, ya que puede brindar crecimiento espiritual a cada miembro de la familia y ayudarle a resistir las tentaciones que se encuentran por todas partes. Las lecciones que se aprenden en el hogar son las más duraderas”.
Aaron Sherinian y su esposa Emily, de Arlington, Virginia, se encuentran entre los miembros de la Iglesia que siguen ese consejo profético.
“La noche de hogar se centra en todos estos locos con los que compartimos nuestra vida: nuestros familiares”, dijo Aaron.
“La noche de hogar es una tradición que tenemos en común con otros millones de miembros de la Iglesia de alrededor del mundo”, agregó Emily. “Consiste en hacer tiempo para poner por delante las cosas que son más importantes: la familia, la fe, el servicio y la amistad; de realmente darles prioridad”.
Stephanie Santiago, de Orem, Utah, y nuera de Frank y Ella, recuerda una importante lección que aprendió de niña a raíz de las noches de hogar.
“Me crié en Idaho en una familia de 11 hijos”, explicó Stephanie. “Mi papá siempre tuvo cargos de liderazgo en la Iglesia y recuerdo que día tras día salía de la casa vestido de camisa y corbata, excepto los lunes. Con eso nos aseguraba a cada uno de nosotros que los lunes eran días para pasar juntos momentos especiales y que podíamos contar con él a pesar de lo mucho que le absorbían sus responsabilidades de la Iglesia y del trabajo. Ahora veo que mi esposo Todd le da importancia al tiempo que pasamos en familia de la misma forma en que lo hacían nuestros padres y eso marca una gran diferencia”.
En toda la Iglesia, crecer juntos en el Evangelio es la esencia del estudio y de las actividades que se centran en la familia.
Prácticamente toda persona que sea miembro de la Iglesia recuerda un momento importante de aprendizaje que ha tenido en la noche de hogar, ya sea como niño, como padre o incluso como abuelo. Hay quienes admiten que sus creencias se gestaron gracias a esa práctica semanal, mientras que otros reconocen la confianza que adquirieron en ellos mismos al planificar, organizar y participar en la noche de hogar.
Cronología de la Noche de hogar
La siguiente es una lista de fechas importantes relacionadas con la noche de hogar.
27 de abril de 1915
La Primera Presidencia (Joseph F. Smith, Anthon H. Lund y Charles W. Penrose) extiende la invitación a llevar a cabo la noche de hogar.
Enero de 1965
El presidente David O. McKay hace un renovado hincapié en la noche de hogar; se publica el Manual de la noche de hogar. Se ofrece guía a personas que llevan cabo la noche de hogar y que no viven con su familia, entre ellas estudiantes y otros adultos solteros que se reúnen en grupo.
1970
Se selecciona el lunes para llevar a cabo la noche de hogar en toda la Iglesia; no se debe programar ninguna otra reunión ni ningún asunto de la Iglesia esa noche.
1985
Después de publicar por 20 años un manual anual de la noche de hogar, se introduce el Manual de sugerencias para la noche de hogar, el cual aún se publica.
1987
Se produce y distribuye el suplemento en video para la noche de hogar, el cual contiene 19 segmentos.