En el mundo se recuerda a Gail Halvorsen como el “bombardero de dulces”: comandante, aviador, ingeniero aeroespacial y erudito. Pero para Denise Williams, él era “papá”. Desde antes de la muerte de su padre en 2022, Williams y sus hermanos se han enfrentado a la tarea de mantener y transmitir su legado. Como miembro fiel de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Gail Halvorsen se dedicó a servir a su país y a compartir las “lecciones de vida aprendidas” con aquellos que se encontraban a su alrededor.
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Denise Williams y su difunto padre, Gail Halvorsen2024 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania se encontraba en ruinas y el sentimiento de enemistad hacia los alemanes se hallaba muy extendido. En medio de ese sentimiento de desconfianza, la Unión Soviética llevó a cabo el bloqueo de Berlín, en 1948. Esto condujo a que el Reino Unido y los Estados Unidos iniciaran el puente aéreo humanitario que proveyó recursos a los 2,5 millones de berlineses que se estaban muriendo de hambre.
Muchos soldados aliados albergaban un sentimiento de irritación contra los alemanes, incluyendo Gail Halvorsen, que había perdido a un amigo en la batalla. Inseguro de cómo respondería él mismo al ver a los hombres alemanes en el momento de realizar su primera entrega, se vio sorprendido al ser recibido con las manos extendidas y lágrimas de gratitud. Williams recuerda las palabras de su padre: “fue en ese momento en el que perdoné en mi corazón toda la enemistad que previamente había sentido. ¿Por qué ocurrió? ¿Cómo fue posible? Se produjo porque nos encontrábamos en la misma misión, la de ayudar a salvar personas”. El hecho de unirse a ellos para servir a quienes estaban en situación de necesidad hizo que los alemanes volvieran a ser personas para Halvorsen. Esta interacción inspiró la conversación que llevó a la iniciativa de “bombardear” dulces por la que es tan conocido.
Cuando se le pregunta a Williams acerca de las muchas cosas que se pueden aprender de la historia de su padre, ella explica que “es una historia de perdón”, la historia de Halvorsen es una “historia de aplicación del Evangelio, no solo la historia de un héroe de guerra”. David Williams añadió que Halvorsen “era un hombre de Cristo, un hombre de fe y que reflejó la luz de Cristo en la vida de otras personas”. Afrontar sentimientos en conflicto mediante un propósito de amor y compasión más alto representa solamente una parte de lo que se puede aprender de la vida de Gail Halvorsen y de los principios que enseñó.
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El élder y la hermana Williams de pie en una capilla de los Santos de los Últimos Días en Hannover, Alemania.2024 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.En el Libro de Mormón, un libro de Escrituras que utilizan los Santos de los Últimos Días junto con la Biblia, un líder llamado el Rey Benjamín dio un sermón a su pueblo y les hizo la siguiente pregunta: “¿No somos todos mendigos?”. La sociedad a menudo presenta una imagen de perfección y de expectativas irreales, pero, a fin de cuentas, es parte de la naturaleza humana el querer ser reconocido y auxiliado cuando se está sufriendo. En esa primera interacción con el pueblo alemán durante el puente aéreo humanitario de Berlín, Halvorsen vio a los alemanes como personas a las que podía ayudar y bendecir, en lugar de verlos como antiguos enemigos. Esta perspectiva de la compasión y del servicio es la base del legado de Halvorsen, un legado que Denise y David Williams se han comprometido a mantener vivo.
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La sala de reuniones de los jóvenes adultos en la que sirven los Williams en Hannover, Alemania.2024 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.Refiriéndose a ella como su “responsabilidad sagrada”, Denise Williams ha tomado sobre sí la tarea de organizar y distribuir los documentos y pertenencias de Halvorsen entre varias organizaciones dedicadas a la preservación histórica. Ella también asiste a conferencias y eventos en los que su padre habló con anterioridad, compartiendo su historia y, todavía más importante, su legado de fe y servicio cristiano. En la actualidad, los Williams están sirviendo como misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la misión Alemania Hamburgo. Debido a su nueva responsabilidad de ser misioneros, ahora se les llama élder y hermana como muestra de respeto por su llamamiento. Con residencia actual en Hannover, los Williams se dedican a servir a la población joven adulta y a ayudar a la congregación local, dando continuidad a la misión de servicio y compasión de Halvorsen.
En un mundo individualista y egocéntrico, transmitir las lecciones de los que han vivido antes es cada vez más importante. Para el élder y la hermana Williams, ayudar al pueblo alemán no es simplemente una parte de la historia familiar, sino una continuación del impacto duradero de Halvorsen. De manera semejante a como hizo Jesucristo, Gail Halvorsen anduvo a lo largo de su vida haciendo bienes y sirviendo a los demás. Su legado duradero sirve como potente recordatorio de que debemos mirar más allá de las etiquetas que nos ponemos, ver y amar a las personas como individuos y recordar la pregunta “¿no somos todos mendigos?”.