La versión de la Biblia del rey Santiago, que hoy celebra el 400
aniversario es la Biblia oficial, en inglés, de la Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La Iglesia ha tomado
varias medidas para mejorar esta versión de la Biblia durante
muchos años, incluso ha realizado un enorme proyecto que se
completó en 1979 para crear su propia versión del rey Santiago con
ayudas de estudio y otros recursos relacionados SUD.
La versión del rey Santiago toma su nombre del monarca inglés que
ordenó que se realizara una nueva traducción debido a las
preocupaciones que había acerca de las traducciones anteriores.
Desde 1604 a 1611, 50 eruditos tradujeron laboriosamente las
palabras sagradas de los escritos originales en griego y
hebreo.
Al igual que otras denominaciones cristianas, La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cree que la Biblia es
la palabra de Dios y se alienta a los miembros a que la estudien y
sigan sus enseñanzas. En un discurso de la Conferencia General de
2007 titulado “El Milagro de la Santa Biblia”, el élder M. Russell
Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles dijo:
“No es casualidad ni coincidencia que tengamos la Biblia en la
actualidad. El Espíritu indujo a hombres rectos a registrar tanto
las cosas sagradas que vieron como las inspiradas palabras que
hablaron y oyeron. Otras personas devotas estuvieron prestas a
proteger y a preservar esos registros; hombres como John Wycliffe,
el valiente William Tyndale y Johannes Gutenberg fueron inducidos,
contra mucha oposición, a traducir la Biblia en un lenguaje que la
gente pudiera entender, y publicarla en libros que la gente pudiera
leer. Creo que hasta los eruditos de la época del rey Santiago
tuvieron impresiones del Espíritu durante sus labores de
traducción”.
Los Santos de los Últimos Días creen que la Biblia no fue la última
revelación de Dios a la humanidad y que la revelación divina
continúa mediante los profetas vivientes de hoy en día. La Iglesia
usa la Biblia junto con otros libros de Escrituras: El Libro de
Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio para aclarar
y apoyar las enseñanzas bíblicas.
Los miembros de la Iglesia estudian esas Escrituras cada año de
manera rotativa durante los servicios dominicales de adoración y
dedican la mitad de este tiempo a la Biblia. De hecho, un estudio
realizado en el 2010 del Centro de investigación Pew encontró que
el puntaje de los mormones en el conocimiento de la Biblia, estaba
entre los más altos de todos los grupos religiosos
Debido a que la Iglesia utiliza Escrituras adicionales aparte de la
Biblia, algunos acusan a los Santos de los Últimos Días de no ser
cristianos. A ello, el élder Ballard respondió:
“A cualquiera que dé cabida a esta idea errónea, le decimos que
creemos en el Señor Jesucristo como nuestro Salvador y el autor de
nuestra salvación; y que creemos, reverenciamos y amamos la Santa
Biblia. Contamos con Escrituras sagradas adicionales, como el Libro
de Mormón, pero éste corrobora la Biblia, y nunca la
sustituye”.
La Iglesia usa varias versiones de la Biblia en 89 idiomas
diferentes. La Iglesia imprime y distribuye más de 500.000 Biblias
por año tanto en inglés como en español. La Biblia y otras
Escrituras Santos de los Últimos Días están disponibles en LDS.org
y tiene ocho millones de visitas por mes. Desde 1997, la Iglesia ha
repartido 3.3 millones de copias gratis de la Biblia mediante
entrega de tarjetas de obsequio y anuncios en televisión.
Desde 1979 la Iglesia ha usado su propia edición de la Biblia del
rey Santiago con encabezamientos en los capítulos, notas a pie de
página y referencias con otras Escrituras Santos de los Últimos
Días. Esta versión también cuenta con una guía actualizada, un
diccionario de la Biblia y mapas para facilitar a los miembros de
la Iglesia el estudio de la Biblia.
Fred E. Woods, profesor de la Universidad Brigham Young, dijo que
la versión SUD de la Biblia del rey Santiago fue el resultado de la
unión del talento correcto con la tecnología apropiada.
“El objetivo final de este proyecto fue dar a los Santos de los
Últimos Días las herramientas para conocer mejor la Biblia”, dijo
Woods. “No hay duda de que la mano del Señor estuvo en este
inspirado proyecto”.
Woods explicó que un comité integrado por eruditos y líderes de la
Iglesia se remitió de nuevo a los textos originales en hebreo y
griego para aclarar algo del lenguaje de la versión del rey
Santiago. Gaye Strathearn, otro profesor de la Universidad Brigham
Young dijo que el lenguaje bíblico que parece arcaico a los
lectores en realidad puede ser algo positivo.
“Es cierto que hay dificultades asociadas con la versión del rey
Santiago, dijo Strathearn, pero tenemos que leer el texto con
atención para que el lenguaje resulte benéfico”.
Al igual que otras personas en todo el mundo durante los últimos
cuatro siglos, los Santos de los Últimos Días, en verdad han
hallado los beneficios de estudiar la versión de la Biblia del rey
Santiago, dijo el élder Ballard.
El estudio sincero y diligente de la Biblia nos hace cada vez
mejores, y siempre debemos tener presente a los incontables
mártires que sabían de este poder y dieron su vida a fin de que
halláramos en las palabras de este texto el sendero que conduce a
la felicidad eterna y a la paz del reino de nuestro Padre
Celestial.
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